El otro día tuve la oportunidad de poner a prueba las aptitudes de
Tica, ya que en una batida al Jabalí mi padre tiró un buen machete y éste marchó unos doscientos metros hasta caer desplomado. Iba muy bien tocado y por suerte no lo siguió ningún perro.
A las dos horas me presenté con Tica ( Timba del Meplan ) y la puse a prueba, siendo su primer rastreo real.
Una vez en el
anschus reconoció perfectamente su tarea
y sin perder mucho tiempo enfiló el rastro de sangre (cargado de indicios) y como una vela en menos de 5 minutos llegó al jabalí.
Al encontrarse al monstruo le empezó a latir y a la orden procedió a mordisquear para obtener su premio.
Conclusión: muy contento por el trabajo realizado.
rastreo fácil y con final feliz para subir la moral.