Hola a todos de nuevo.
La fortuna me está acompañando en esto de los rastros en verano, pues hoy día 24/8/2013 he realizado otro con mi Tronchita.
Os narro el lance:
El viernes recibo un mensaje de un amigo, en el cual me dice que ha tirado un cochino de aguardo (con su permiso y autorización) sobre las 22:15 y lo ha herido, que si quiero ir, ante esta oportunidad decido cambiar planes y dejar las codornices para el domingo.
Quedamos el sábado a las 7:15 am, para ir a la finca y durante el trayecto me comenta que le ha podido dar en una mano y a lo mejor se complica el cobro, hablamos del lance y de lo que ha podido observar en el tiro, el inicio, el calibre usado etc.…., todo eso que ya sabéis.
Al llegar al coto, empiezo a hablar con troncha y animarla, ella ya sabe a lo que va y me lo demuestra mirando por las ventanas con ganas de llegar. Una vez en el sitio, bajo a troncha le pongo su collar y la trailla y yo me pongo los trastes míos. Me dirijo al lugar del inicio (son las 9:00) y siento a la perra, observo los indicios veo un trozo pequeño de carne y una lasca de hueso, todo con marcas de sangre no muy abundante, así que manos a la obra.
Mando a Troncha al rastro y comienza estudiando el terreno saliendo en dirección a la huida sin dudar, buscando sangre con gran motivación, así que la sigo con la trailla, el cazador me confirma la dirección de huida, me fio 100% de troncha.
Durante la primera y corta parte no vemos más sangre y la perra se despista por unos segundos (esa noche entro una piara de jabalís a la charca), y hace sus círculos retomando el rastro en seguida, y damos con un trozo de hueso caña grande, así que seguimos hasta empezar el pastizal en el que me marca de nuevo sangre, y así sucesivamente.
El rastro empieza a crecer, vemos más sangre y troncha va como un cohete, al ver que la sangre que deja la pieza es cada vez más abundante, y viendo que no estaremos lejos del jabalí, teniendo en cuenta que el tiro en una mano y hay muchas posibilidades de encontrarlo vivo, decido soltar a la gordita, de esta manera ella tiene más ventaja ante un posible ataque, y yo voy protegido por Troncha.
Efectivamente, mis sospechas me las confirma la perra al llegar a una mata y dar un salto y ponerse en guardia. El jabalí se arranca hacia troncha, que le esta ladrando a parado, es cuando nos damos cuenta que el tiro le afecta a las dos extremidades delanteras, por eso no puede correr y vemos que se trata de una hembra, así que dejo que la perra aprenda y trabaje al no plantear peligro para mi, ni para Troncha.
Una vez dado el tiempo que creo conveniente para el aprendizaje un par de minutos, el cazador me dejo su arma para que pusiese fin al sufrimiento del animal.
Después animo y premio a mi alana, a la cual le doy agua para sofocar su estrés. Luego vinieron las fotos y las alegrías.
El resumen y conclusiones del lance son:
Bien hecho por el cazador, a la hora de no estropear el rastro, en decirlo la noche anterior para acudir temprano.
Rastrear por la mañana ayuda muchísimo, las horas pasadas no superan las 11 horas por lo que también facilita labor.
Un tiro que parece malo y puede complicar el rastro, al final no era tal, así que siempre hay que pistear.
Me gusto lo que hizo troncha al encontrar la pieza, es muy lista y sabe actuar con cabeza, eso es importante a la hora de enfrentarse a un animal herido.
El rastro, por horas, dificultad, tiempo (6 minutos), indicios (muchos y visibles y sobre todo en aumento) y longitud (120 mts desde el tiro hasta el remate) fue muy fácil, aunque nunca podemos subestimar la posible dificultad.
Lo peor fue que se nos hizo muy muy corto, pues siempre nos gusta ver hacer bien el trabajo de nuestro compañero.
Lo mejor, el cobro de la pieza y disfrutar junto a mi novia Ana, mi perra y mi amigo de este lance.
Bueno, tirso como veras lo prometido es deuda, dije que en el siguiente rastro sacaría fotos (bueno las saco la buena de Anita), y creo que hemos pasado la criba, espero que os guste.
Os dejo el enlace, para que lo veais.
https://www.youtube.com/watch?v=te2553K58W0