Paulatinamente los nuevos equipos de rastreo acreditados en Catalunya salen a la palestra a desarrollar su cometido. Esta vez sin resultado positivo, pero con un muy buen sabor de boca.
Rastreo de cochino grande tirado con arco. Se anuncia el rastreo por wassap y me ofrezco a ir después de comer. Sale un compañero mejor situado , Francesq Arroyo que estaba cazando la perdiz y se adjudica el acudir a la demanda. Trabaja con una drathaar, Nica, que lo mismo levanta perdices que conejos, cobra tordos y rastrea y bloquea gamos. La perfecta definición de un perro polivalente. Lleva en el coche lo necesario, y tres balas como seguro. Lo único que no está acorde es su escopeta, demasiado larga como luego se verá.
Los cazadores relatan que nos enfrentamos a un tiro tripero. Algunas gotas de sangre y trozos de tripa son anunciados en la demanda de rastreo. El jabalí fué acosado en vez de dejarlo enfriar, por lo que todo depende de la herida, pero de entrada pinta mal. H14.
Nica se activa en cuanto le colocan el collar de rastreo y la trailla, la cual serpentea libre. La perra no se aleja nunca y no es necesario tomar de la mano la trailla, pero es imprescindible que la lleve puesta para que se centre en los rastreos. La sangre cada vez es mas escasa y Nica muestra parándose unos instantes y moviendo la cola que ahí,delante de su hocico ,hay sangre o indicios.
El monte se espesa y se cae en la cuenta de que falta equipación: el dall, pequeña hoz corta que se echa en falta y unas gafas, pues los zarzales son peligrosos.
A pesar de que Nica no se aleja, es una perra fuerte y hay que echar el resto para seguirla. Es un lujo verla trabajar tan centrada.
El rastreo se prolonga con muestras de sangre o tripa y ya vamos por los 1600 metros, cuando el rastro deriva hacia una gran zona más espesa y densa aún. El rastreador avanza a gatas y ve la excesiva longitud de su escopeta como un gran estorbo. Habitualmente rastrea con una escopeta de corredera corta, pero era lo que tenia a mano en ese momento.
Llega un momento en el que los espesos zarzales son infranqueables, y en ese momento golpe fortuito de una zarza en un ojo del cazador da un serio aviso.
Tomando aire y viendo que ni con una desbrozadora se puede avanzar , se decide parar el rastreo. Uno de los cazadores en ese momento indica que se han salido del coto, no existiendo posibilidad de arreglar un derecho de cobro, por lo que nuestro amigo da por finalizado el rastreo. Sabe mal tener que abandonar sobre el rastro que en ningún momento perdió la perra, pero hay que ser sensatos y observador de las normas.
Este rastreo se desarrolló el sábado 10, y fué el primero al que Francesq acudió en calidad de conductor acreditado. Como él mismo relató, había un cierto grado de nerviosismo. Rastrear en nombre de AEPES constituye una responsabilidad, toda vez que está orgulloso del trabajo de Nica, el cual fué alabado por los cazadores.
Esta vez no hay foto. Todos los días no puede ser Navidad, pero me quedo con la ilusión y el trabajo de nuestro compañero, dándolo todo hasta toparse con circunstancias adversas insalvables.
Otra vez me tengo que quitar el sombrero. Los nuevos rastreadores vienen cargados de ilusión y pisando fuerte.
Saludos