Os pongo un pequeño relato de comprobación para un amigo, sin mucha historia, tal cual como en la ficha de comprobación de tiro.
Cielo moderadamente limpio con algún viento, temperatura amena. Huelas, arranque, pista, varias pistas calientes otras frías, misturándose, una multitud de señales sin conseguir interpretarlos bien; no hay sangre. El perro, Rony, un BGS, en correa, parte del rastreo si y parte no. Se suelta para mejor libertad y apreciación de movimientos. El lugar es un desbroce de matorral y pinar con prados al lado y un pinar viejo y sucio en frente. El rifle, un 270 W, la bala una KS, creo.
Son ya las 22.30, está oscuro, se ve mal. Por el relato, al tiro, el animal se salta y se corre hacia a la entrada de un pinar en frente, se detiene y hace una inflexion hacia abajo a la orilla del pinar, cojeando. Se tira por segunda vez y queda la impresión de haber caído. La pieza no está... Al día siguiente, por las 9.30, encontré la arrancada pero no hay sangre, pelos, nada; solo la arrancada y una pista bien marcada que se desvanece en el desbroce. El perro coge fuerte la pista hacia la entrada del pinar, se cruzan muchas pistas de corzo y jabalí y se confunde. Coge otra y otra, vuelve atrás al desbrozado y sigue otra vez al pinar muy ensuciado y tira bien por la maleza dando entrada por veredas varias y se confunde volviendo a salir ahora por una pista de jabalí. Se retira. En ningún momento el perro, a pesar de buscar con mucho interés y prender la pista, ha marcado sangre. Razonamiento: Ya no existe visibilidad, esta bastante oscuro. Puede que están realmente dos corzos, una pareja y que el cazador no se entera de la hembra y solo ve el macho. Se ha fallado el corzo que sale por donde el cazador no se ha enterado. El cazador se fija en una hembra coja que había sido vista dos semanas antes en otro lugar alejado de este. Piensa que es el macho, ya no utiliza prismáticos, la tira y la falla también. Puede ser, puede que no, siguen los misterios del duende.
Un saludo grande,
Luis