Hoy me han llegado inopinadamente unas fotografías de aquel pisteo, y aunque año y pico después las incluyo para terminar de redondear el relato.
Buenas a todos.
Acabo de llegar de pistear un par de jabalís para un amigo arquero. Estoy hecho migas, las manos llenas de pinchos, los codos y pies doloridos, el excelente filo de mi cuchillo bastante desmejorado.Estoy para el arrastre, peroooooooooooo!
Mi sonrisa llega de oreja a orejaY esta sonrisa tiene varias razones de ser, a saber:
1)Me encanta pistear para arqueros (yo lo soy). Corto o largo siempre hay pisteo. Tengo amigos de rifle que me proporcionan con mucha suerte, uno de cada diez bichos que matan. Los arqueros, generalmente me dan más juego-menos uno que me los deja fritos a menos de 10 metros, el bandido.
2)No era un rastro caliente, de los que ya sé que resuelve sin problemas mi perro. Fueron tirados a las 23 y 00 horas de ayer. Cuando he podido ir al campo eran las 19:00. 20 y 21 horas de antiguedad.
3) Las condiciones eran muy malas: día tórrido con fuerte viento que achicharra y seca todo a su paso.
4)El arquero es un excelente pistero (le mató su perro un jabalí el año pasado) y había llegado hasta donde llega su ciencia, que no es poca, dándose por vencido.
5) Era un doblete
6) Mi teckel ha resuelto bien, a pesar de no encontrar el segundo.
Hace 20 minutos estaba en la gloria, al fresquito en el porche de mi casa, mi teckel a mis pies con sus deberes hechos, una cervecita fresca en la mano... Vamos, el no va más.
Paso a contarlo:
Espera autorizada con arco en un pueblo de BCN por daños a cultivos de cerezos . Me avisan a las 5 de la mañana, pero entro a las 6 a trabajar, así que tendré que dejarlo para la tarde, después de recoger a mis hijas del cole. A lo largo de la mañana el arquero me va contando que ha seguido el rastro y uno de ellos ha cruzado una carretera dando escasísima sangre, y esta no es buena (mal vamos.Unos 300 metros ) luego ha tomado un camino de bosque sembrado de pinos tumbados por el vendaval de enero (vamos peor, el bicho va muy fuerte, cuesta arriba y saltando árboles. Sangre escasa) y el otro parece ser que ha tomado una sucia barranca ante cuya entrada ha hecho stop pues sin perro no hay quien siga adelante.
Llego al campo y me indican que comenzaremos por el primero. Se ven claramente en el duro terreno arado las gotas de sangre. parecen de escurridura, ya está reseca y oscurecida y llegan al límite del campo (70 metros y se introducen en una barranca que habrá que abrir a golpe de machete). El perro va muy fuerte y le dejo ir con la trailla de 10 metros mientras hago sitio con el cuchillo. llegamos abajo y aquello es impenetrable, todo cañas y zarzas. Distinguimos una poca sangre seca en unas hojas pero el perro en vez de tomar la riera ha salido de ella atravesándola hacia otros campos. Le oigo llamar pidiendo sopitas pues se habrá quedado enganchado en alguna rama. Y al preguntar a mi colega me dice que el segundo guarro también se metió en la riera en el mismo punto, que el perro lleva rastro bueno pues arriba ha visto sangre cuando rodeó la barranca. (tomo nota mentalmente de no volver a suponer nada y preguntar al cazador pelos y señales para la proxima. Si sé antes que el rastro era coincidente no hubiera dejado ir el perro).
Cojo el perro, vuelvo a la barranca y Sil que esta vez sí se arranca entre las zarzas y al poco oímos el cascabel alegrando la tarde- ya lo estaba mordiendo-
Para llegar hasta el jabalí casi veinte minutos cortando maleza. Hembra, sola, 50-60kg, la flecha le entró por la paletilla alto y salió por la tripa del lado contrario. No hemos visto mas que unas pocas gotas secas en alguna hoja. Asoman un manojo de tripas como lo que cabría en el cuenco de las dos manos. Con las tripas por fuera se las hubiera dejado en las zarzas y no hemos visto nada, además no parecen estar rotas. ha debido ser el calor que las ha empujado fuera una vez muerta. La avería interna ha debido ser buena, y la peste y las moscas abundantes. El aire sube forzado por la barranca alejando olores del campo y de la zona por donde hemos irrumpido
Decidimos que es un camino complicado y mejor intentamos forzar la vegatación y hacernos un paso hacia arriba. Desistimos a los tres metros, el cañizal es demasiado espeso y volvemos a la entrada original. Nos cuesta un triunfo sacar la cochina de allí, pese a contar con el auxilio de Sil que se ha dejado los riñones tirando también del bicho.
La sangre, evidente en el campo (tampoco es que hubiera mucha, unas gotas cada 3- 4 metros) pertenecía a las heridas de dos cochinos. Al entrar en el fondo de la barranca raleó al dividirse los rastros. Distancia de pisteo : 110 metros, de ellos 70 limpios y 40 muy difíciles, imposible controlar con traílla, hay que meter al perro atendiendo a que es un tiro de paleta (en principio) y al suficiente tiempo para que esté muerto de sobra. Animal encontrado con teckel que se hubiera quedado en el monte de no ser por él, pues es una ingente tarea desbrozar 40 metros, pero podían haber sido 400, 600, etc. El perro te da una seguridad de localización única.
Damos agua al perro y también bebemos nosotros. Se hace tarde y vamos directamente a la última gota encontrada (600-700 metros del tiro). Las gotas son escasísimas, pequeñas, de escorrentía, sin signo de burbujas. No vemos juntas más de dos en ninguna ocasión. El animal no ha mostrado debilidad y sube monte y salta ramas caídas sin esfuerzo aparente. El perro ya va cansado de la guerra anterior y se adapta mejor a la traílla. Si alguien sabe como atemperar un teckel cuando lleva rastro que me diga el secreto, por favor. El mío tira como un condenado. Da vueltas y vueltas a la última gota, en un pinar al lado de un buen sucio de jaras, y no termina de decidirse. Busca, huele, vuelve a la última gota, vuelve a buscar, indaga las tres salidas posibles, retoma por donde ha venido y regresa a la ultima pista. Me mira y sale al camino otra vez, pero sé que no lleva rastro.
Cogemos la alternativa que nos parece más lógica y a los 50 metros, en los que el perro ha ido tonteando y echándose (está cansado y hace calor todavía)se activa y se introduce en el bosque. Está sucio, sucísimo. Tengo que irle frenando para poder desplazarme sobre los codos, reptando. No veo sangre pero confío en mi perro. A los 30 metros de este penoso avance suelto la correa sin querer y antes de que pueda agarrarla otra vez ya no estaba. El perro como un avión ha ido a trabarse a 200-250 metros desde ese punto y esta vez no ladraba el cabrito, me ha llevado su tiempo encontrarle. Cuando he llegado a él ya no había luz para seguir pisteando y decido abandonar.
Mi amigo piensa que es un tiro alto de pulmón y que debe estar cerca. Tras casi 1000 metros cuesta arriba, sin sangre pulmonar, con tan poco rastro, sin ver rozaduras en las ramas de los pasos, con el perro cansado, y ambos medio acabados, decido abandonar, pero no por estas razones, palizas más grandes me he dado y me daré, pero no tenía fe en el tiro. Desde que por la mañana relataba lo que iba encontrando pensé en un tiro marginal, y creo por lo que he visto que seguramente tenía razón.
Un saludo a todos
Jose Ignacio Cenizo[img]
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