Álvaro tiene razón en los dos puntos.
Si interpreto bien el libro, hay que evitar que el perro aprenda cazar "a la vista", tiene que emplear más bien el olfato siempre cuando fuera posible. La distancia cuando un animal desaparece de la vista por aquí es obviamente mucho mas corta que en vuestros encinares abiertos. No sé hasta qué punto esta técnica sería practica bajo las condiciones céntricas de España. Ahí, cuando la pieza desaparezca de vista, la distancia ya puede ser muy larga.
Lo de la bala blindada es según el, para evitar que esquirlas de la bala hieran al sabuesa que está cerca de la pieza. Una bala blindada tampoco penetra en linea récta. Si no tiene una punta chata como las de caza africana, comienza a tambalear y también puede salir del cuerpo de la pieza en un lugar no esperado. Como dice Federico, tenéis mucho más piedras en el entorno, chocando ahí una bala blindada también se deshace en esquirlas como una granada. Por otro lado, este problema hasta cierto punto existe con todo tipo de proyectil, con cada bala se pueden producir esquirlas de hueso que tienen el mismo efecto almenos a distancias cortas.
Para mi la mejor solución sería una punta de deformación y no de fragmentación o sea, algo como la Barnes TSX que deforma sin perder peso, como tiene mejor efecto sobre el organismo de la pieza que una bala blindada y sigue en línea recta a través de la pieza sin perder estabilidad.
Claro está, si impacta sobre una piedra mas alla de la pieza, la bala de deformación rebota de una manera similar que una blindada. Hablé el otro día con un cazador español que ha hecho ensayos con balas de cobre, le encantan para el rececho, en montería dice que el peligro de que rebote es mayor que und bala semi-blindada normal.