Con independencia de que pueda estar más o menos de acuerdo en algunos aspectos puntuales del artículo, a mí me parece que el fondo es acertado, en los dos asuntos claves que toca:
1. Efectivamente, un perro de dos años - especialmente en algunas razas más "lentas" como el BGS - no será nunca un maestro sobre el rastro de sangre, a menos que tenga unas cualidades excepcionales, esté en manos de un gran conductor y tenga muchas, muchas posibilidades de rastrear. Eso no quiere decir, como parece que se desprende del artículo, que con esa edad solo sea capaz de encontrar una pieza con un tiro de pulmón que no ha ido más allá de 200 metros.
2. No puede existir un gran perro de sangre sin un gran conductor. En los cursos de rastreo de AEPES insistimos en este tema. No debemos solo centrarnos en la preparación del perro, sino también en la nuestra.