Hola:
Desde que estuvimos reunidos en Luarca he hecho tres salidas tras rlos corzos (supuestamente) heridos. Los resultados han sido fustrantes, aunque para mi salir detrás de un animal es lo más divertido que se puede hacer. Los comento a continuación, porque pienso que también de los fracasos se pueden sacar enseñanzas.
El primer día era un rastro de 48 horas. El lugar del tiro (anchuss) estaba marcado, al menos de forma aproximada, así como la salida de la pieza. El cazador no había apreciado el punto de impacto y no había encontrado señales (sangre, etcétera). Yo tampoco encontré ningún resto de sangre. Una vez puesto el perro en el tiro, siguió un rastro durante unos 200 metros hasta perderlo. Lo conduje de nuevo al tiro y repitió la operación. En ningún momento vimos sangre u otras señales. Pienso que lo más probable es que el corzo no estuviera herido. Por cierto, un error fue comenzar la búsqueda todavía con el sol alto y mucho calor.
El siguiente corzo, había sido supuestamente herido la tarde anterior. El cazador había tirado al macho, junto a la hembra, y sólo había visto salir corriendo a uno de ellos. No vio si el corzo acusaba el tiro o hacía algún extraño. Esto es algo que los cazadores me cuentan con frecuencia y que yo no acabo de entender, ya que a mi no me pasa. Algunos achacan al retroceso el perder de vista al animal inmediatamente después del disparo y así no poder advertir si el corzo va pegado o no. En este caso el anchuss no estaba marcado, aunque el cazador sí que identificó la zona, probablemente con un margen de error de unos metros. Yo no encontré restos. El perro cogió primero un rastro, que el cazador identificó como el que había seguido el corzo antes del tiro (es decir, lo siguió en sentido contrario). Tras varias vueltas cogió otro rastro con bastante fijeza, pero tras seguirlo cuesta arriba durante unos 400 metros, lo abandoné al no encontrar ninguna señal.
El tercer rastro fue el más triste para mi. El cazador (según refirió) había herido claramente al corzo en un jamón (o quizás en la pata). El corzo tras una carrera se había tumbado a unos 50 metros, de allí lo levantó, sin poderlo tirar y ya no lo volvió a ver. Lamentablemente no marcó el sitio y tampoco pudo venir conmigo 24 horas después. Aunque conozco perfectamente esa zona, las explicaciones dadas no me permitieron conocer con exactitud el lugar del tiro, pudiendo haber un error de varias decenas de metros. Para colmo, esa noche cayó una fuerte tormenta lo que me iba a dificultar encontrar la sangre. El perro, después de dar varias vueltas por la zona, encontró un rastro que siguió con decisión durante un kilómetro. Nuevamente no encontré ninguna señal y las dudas sobre si se trataba de un rastro caliente iban aumentando. El calor y lo espeso del monte también pesaban, así que abandoné la búsqueda con el teckel en brazos, pensando en la probable agonía del pobre corzo.
Así que concluyo diciendo que no sólo es necesario el entrenamiento y aprendizaje del perro y del rastreador, sino también de los cazadores del medio en el que nos movamos. Unas normas al respecto, que me parecen muy útiles se pueden ver en:
Consignes à respecter pour une bonne recherche au sang.
http://www.sangliers.net/forum/viewtopic.php?t=11933&sid=a930662ef721790891364626a640a75aMe he permitido traducirlas del francés, por si a alguien le interesan (sed benévolos con los errores):
¡Todo cazador tiene el deber de controlar el resultado de su disparo, saber si la caza ha sido supuestamente herida o fallada!
1) Observe las reacciones del animal en el momento del tiro: coces, saltos, caídas, huida, etc . (¡Atención con algunos animales como el jabalí que, a pesar de estar bien pegados, no siempre tienen una reacción aparente!)
2) Considere que cualquier animal que no ha caído en el punto de disparo es un animal potencialmente herido.
3) Revise el lugar del tiro (anchuss), incluso si está convencido de no haber logrado encontrar en un primer momento la ubicación del animal en el momento del tiro.
4) Busque el impacto de la bala. ¡Atención, encontrar restos de la bala no significa que hayamos fallado al animal!
5) Buscad posibles signos de heridas sobre el terreno (pelo, huesos,grasa, sangre, etc ..)
6) Busque pistas en la dirección de huida del animal, marque el anchuss y la dirección de fuga con papel higiénico, por ejemplo. (Esto facilitará el comienzo del rastreo con el perro de sangre si usted no puede acudir a él).
7) No siga la pista más de 100 metros y evite pisotearla.
8 No ponga perros en el rastro.
9) Informe y pida al jefe de la batida, para que recurra a un conductor de perro de sangre.
La vigilancia de los resultados de su disparo debe ser una acción normal para cualquier cazador digno de ese nombre; esta es la consecuencia inevitable de una acción que consiste en liberar un proyectil destinado a matar!
El continuo aumento de las poblaciones y de los aprovechamientos de la caza mayor genera, por desgracia, un aumento paralelo de animales heridos.
En este momento en que la caza es cada vez más criticada, es urgente que cada tirador por fin, asuma sus responsabilidades comprobando sus disparos.
Amigos cazadores, por el respeto a los animales, por la ética de nuestra pasión y por nuestra imagen de marca, pidan la intervención de un conductor de perros de sangre el mismo día o el día siguiente de su caza.
Autor: Boul