Mucho se debate sobre lo bueno/malo de latir el rastro, y sobre la necesidad de que el perro ladre a muerto. Os doy mi opinión (personal, por supuesto) y estoy seguro de que alguno discrepará, cosa que es muy sana.
Latir sobre el rastro, siempre que lo haga cuando está sobre el rastro bueno, es útil para el conductor porque le garantiza que el perro va bien. Si el perro late o gime cualquier rastro, lo que hará será confundirnos. Por otra parte, si el conductor está lo suficientemente familiarizado con el lenguaje corporal de su perro (para eso es fundamental fijarse en él cuando hacemos rastros de entrenamiento), aunque no lata, en la mayoría de los casos sabrá si lleva el rastro bueno o se ha cambiado. Hay perros poco expresivos, pero casi siempre hay una actitud diferente: cambio en la frecuencia del movimiento del rabo, tirar de la traílla, mover la cabeza de forma nerviosa, etc.
Por otra parte, debemos darnos cuenta de que las dos razas especialistas en rastro de sangre (Baviera y Hannover) no laten el rastro, a pesar de ser sabuesos. Esto no es una casualidad. Se seleccionaron perros con esta condición - perros mudos en el rastro - con la intención de que no alertaran a la pieza herida con mucha antelación y provocaran una nueva huída que complicara su recuperación.
Conclusión: no te preocupes porque tu perro no lata el rastro, y obsérvale mucho para poder darte cuenta si va sobre el rastro correcto.
En cuanto a lo de latir a muerto (Totverbellen), desde un punto de vista exclusivamente práctico, solo tiene una utilidad: localizar la pieza y el perro una vez que éste la ha encontrado. Si rastreamos con traílla, lógicamente llegaremos a la vez que el perro a la pieza muerta. Si rastreamos con el perro suelto, si el rastro es de varios kilómetros y acaba en el fondo de un barranco, con varios cerros de por medio, ya puede el perro ladrar, que nos costará dar con él. En consecuencia, para rastreos cortos con el perro suelto es una cualidad muy interesante, pero para los largos no nos asegura una rápida recuperación de la pieza/perro.
A mí me ha ahorrado muchas horas de angustia sin saber donde está el perro y/o la pieza la utilización de un collar GPS. Algunos modelos te indican además si el perro está parado, o incluso si está moviéndose en un reducido espacio de terreno. Es evidente que si lleva 5 minutos en el mismo sitio, o se ha echado a descansar, o está con algo que le interesa mucho, probablemente la pieza. El localizador nos permite desplazarnos directamente allí y recuperar a ambos.
Conclusión: no te obsesiones tampoco si tu perro no late a muerto, y plantéate la utilización de un collar localizador.