Durante la pasada berrea 2011.Entramos un venado con un tiro final un poco largo,275 m,con un calibre no demasiado adecuado para tiros de precisión,30-06.El cazador y yo decidimos tirarlo porque merecía la pena intentarlo.El venado estaba un poco sesgado.En el primer tiro vimos que algo ya llevaba,es más,intentó encamarse pero las ciervas echaron a correr y el venao salió detrás,intentando un segundo tiro sin consecuencias.Recuperado el ritmo cardiaco,nos llegamos al disparo o anchuss,si lo prefieres.Vimos la sangre y la noche nos mostró el camino hacia el coche.Al dia siguiente,empezamos el rastreo en el lugar indicado.El venado se hechó cuesta abajo y sin frenos.Esperábamos encontrarlo en el arroyo,pero recuperó fuerzas y tomó por el regato pa'riba.Todo esto con la baviera a pleno rendimiento y treinta grados sin una gota de agua en dos meses.Iba atravesando brezos duros y de repente el rastro pasa por una campera y encara una mata de roble.Todo el mundo preparado,entra la perra suelta,el venao levanta,se oyen cuatro fogonazos.Corto la perra y salgo de la matorrera.Tenemos que seguir,se ha fallado.Estamos cansados y lo dejamos hasta la tarde,a las cinco.El calor es sofocante.Reiniciamos poco a poco,con el rastro muy seco y con poca confianza.La noche se echaba encima.Estabamos cerca de una charca negra,tenía que estar allí.Entré con la perra de trilla y el rifle en la mano,el venao se levanta y se me tapa en el arroyo pero en la salida y con la cuerda pisada,le descerrojo tres tiros.La primera sangre fue una bala que entró por el jamón derecho,rasgó la tripa y le cortó piel y un poco de músculo de la pata delantera izquierda.Fué un dia duro.La grasa del animal y el mazo de tripa impedia que sangrara,pero el calor y las moscas le hicieron ir al agua.