Quizas muchos pensareis que si no es un relato de rastreo no deberia estar aqui, como cazador es la anecdota que siempre habria querido tener pues me parece alucinante.
Sabado 16 de junio, como es normal en mi y en mi mujer, estamos en plena temporada truchera y tenemos coto, concretamente La Velilla, entre Pedraza y lastras de Cuellar, el dia iba transcurriendo con normalidad, el rio Cega baja en esta epoca bajo de caudal y como casi todos los rios pequeños esta intransitable por la orilla asi que o pescas por dentro o te aguantas. Rocco como siempre a mi lado siguiendo mis pasos y pendiente de la caña si ve que se dobla se planta delante de mi y coge postura, cuando ve la trucha venir se prepara y cuando la suelto salta al rio para cogerla, hay veces que tiene suerte y la coge. Como si fuera una pieza de caza la late y corre a su alrededor y cuando se cansa se la come, eran casi las seis de la tarde, cansados de todo el dia en el rio; Rocco se pega verdaderas palizas nadando y siguiendome, decido salir del rio y intentar cruzar por fuera de la orilla para cruzar unos pastos y llegar al coche, alli tenia la merienda y ya hacia hambre como en casi todos los lados, o te encuentras vallas o alambradas y tienes que ir saltando como las cabras o hacer como Rambo y pasar las alambadas como se pueda, Rocco siempre corriendo por delante y buscando cualquier bicho que pueda llamarla la atención, esta hecho un atleta. Es pasando una valla cuando al ponerse justo por delante de mi y antes de saltarla cuando veo el perro coge una postura extraña de sumisión, se queda en mis pies completamente pegado al suelo y con el rabo entre las patas, le incito con el pie a seguir hacia delante pero no se mueve, se limita a mirar fijamente un punto entre la maleza y las zarzas que habia delante a la izquierda de nosotros, insisto en que avance y solo consigo que baje de la valla pero no se mueve, sus ojos siguen fijos en las zarzas, consigo bajar de la valla de piedra y una vez seguro y no haciendo equilibrio como hasta ahora, me fijo y por fin consigo ver lo que el perro habia visto y olido, a unos diez o doce metros veo unos ojos penetrantes que estan fijos en mi y sobre todo en Rocco; cuando soy consciente de lo que estoy viendo solo consigo pensar en una cosa, cojo el Walky y llamo a Ana "" Ana, Ana un lobo, estoy viendo un lobo"" en ese momento saca toda su cabeza de la maleza y mirandonos durante varios segundos , da un paso hacia delante y consigo verlo entero la sensación y la emoción hace que sea incapaz de pensar en sacar la camara y hacer una foto, solo puedo recrearme en su silueta y ver como se aleja no sin dejar de girar su cabeza un par de veces para ver donde estabamos. Cuando por fin le pierdo de vista reacciono y me doy cuentea de lo que ha pasado y pienso en Rocco que todavia sigue inmovil, puede ser que quiera coger a mi perro? cogo el silbato de emergencia que llevo colgado del chaleco y realizo varios pitidos fuertes y continuos para alejar mas aun al lobo, hago avanzar a Rocco pero no deja de oler con miedo los pasos del lobo y no saca el rabo de entre las piernas negandose a avanzar por el mismo camino.
Yo ya mas calmado sigo viendo en mi mente como se aleja y una gran satisfacción me invade, es el sueño de cualquier amante del monte, de la caza o de la pesca que mas dá, es la primera vez en mi vida que veo un lobo salvaje, por fin he podido disfrutar de esa sensación. Ahora todavia pensando en ello he querido compartirlo con todos vosotros sabiendo que mas de uno de vosotros hubiera querido estar conmigo en esa valla.