Zivo algo a por uvas y Rita con trabajo acumulado

Hemos pasado unos días interesantes en el campo Zivo, Rita y yo. Todos hemos aprendido bastante, empezando por mi.

El jueves disparé con el arco sobre mi primera pieza real, con posibilidades de matarla (había tirado un par de ciervas en alocada carrera, cosa que no volveré a hacer más, por supuesto sin tocarlas y rompiendo las dos flechas contra las piedras). Nuevo desastre. Tiré sobre un jabalí parado, atravesado y ¡a 8 metros! Darle le dí (yo creo que era imposible no hacerlo), pero en los lomos. Desapareció con mi flecha a modo de antena. Ni gota de sangre. Muchos rastros calientes. Después de una hora de buscar algún indicio para poder empezar a rastrear con la perra, se hizo de noche. He dejado un jabalí en el campo con una banderilla, cosa que me fastidia sobremanera. Tengo a los guardas en estado de alerta para ver si lo pueden rematar.

El viernes maté un venado selectivo. Tiro largo y malo, por detrás de las costillas. El venado se echa a los 200 metros, en una ladera afortunadamente con poco monte. Le vemos echarse. Aprovecho la ocasión para poner a Zivo (ya ha cumplido 4 meses) sobre el rastro. Sigue el rastro pero, como siempre, sin fijeza, deambulando aquí y allá. Antes de que lleguemos al encame, nos siente y se levanta. Repecha hacia unos riscos y, ante la posibilidad de que trasponga y nos tenga buscando toda la tarde, lo remato. Seguimos su rastro (Zivo busca, pero sin fijeza), hasta llegar a él. Lo ladra bajito y muerde cuando se lo muevo.






El sábado, montería. Día de viento muy fuerte. Tiro un jabalí en cortadero y tengo la certeza de haberle pegado, a pesar de que sigue su carrera sin inmutarse. Se mete en el monte. Al acabar, voy al tiro y no veo nada, con excepción de las huellas del guarro en carrera. Pongo a Rita sobre ellas y sale como un rayo (han pasado unas 2 horas). A los 100 metros lo encontramos muerto. No hemos visto ni gota de sangre. La explicación se nos presenta muy clara al verlo. El orificio de entrada y de salida estaba tapado completamente por la grasa (probablemente habría grasa en el anschuss, pero no la vi). Ahí van un par de fotos (el orificio que se ve es el de salida, pero el de entrada estaba también tapado por la grasa).



Me voy a recoger mi armada y, en el tercer puesto me informan de un venado herido. En el cuarto, un guarro. Empiezo por el guarro, que parece más fácil. En el anschuss hay mucha sangre, sucia, con restos de contenido estomacal. Han pasado 3 horas desde el disparo. Nuevamente pongo a Rita, que avanza alrededor de 200 metros. Llegamos a un punto en el que el guarro se ha echado. Mucha sangre. El jabalí no está. Rita da algunas vueltas y lo encuentra, a unos 15 metros, metido en una mata densa de madroño. Entre lá última cama y el lugar donde lo encontramos, no había indicio alguno. ¡Dos rastreos en montería y dos éxitos! ¡Estamos crecidos los dos!



El cazador que hirió el venado me dice que lo ha pisteado unos 400 metros (¡horror!). Va echando mucha sangre roja. Dice que al tiro se agachó de atrás. Pienso que puede ir pegado en una pata trasera. Efectivamente desde el puesto, a unos 400 metros, a media ladera, veo la marca que ha dejado el cazador donde perdió el rastro. Empezamos a rastrear en el tiro, donde hay sangre y un pedacito de carne. El rastro es clarísimo y el venado va perdiendo abundante sangre. Marca además en el monte a bastante altura, lo que acaba de decidirme por un tiro en el jamón.

Esta solana en la que estábamos rastreando se quemó hace 17 años. Hay un monte de jara, aulaga, madroña y chaparra casi impenetrable. A ello se unen las cepas y palitroques del monte quemado, con lo que avanzar con la perra atraillada es un verdadero suplicio. Tardamos 30 minutos en recorrer los 400 metros hasta llegar al punto de pérdida. La perra va reventada de tirar de la traílla y yo harto de desenredarla. Al llegar a la marca del cazador, comprobamos que el venado ha estado allí parado. Hay más sangre goteada sobre el suelo. Rita sigue sin hacia adelante y, a unos 20 metros, empezamos nuevamente a ver sangre, aunque en mucha menos cantidad. Avanzamos otros 200 metros y arrancamos al venado. Le oimos tronchar mucho monte y más bien despacio. Pensando que está ya muy debilitado por la pérdida de sangre (y dado que nos resultaba ya penoso seguir avanzando con la perra atraillada), suelto a Rita. Sale latiendo detrás del venado, que ya no parece tan debilitado porque oigo romper monte mucho más rápido. El matorral me tapa la cabeza y me es imposible hacer un tiro de remate. Salgo a trompicones siguiendo los latidos de la perra, que cada vez oigo más lejos. Venado y perra trasponen un cerro. Cuando consigo llegar arriba, no oigo nada. Se está haciendo de noche. Me paro y llamo a Rita, que aparece a los 20 minutos. Es casi de noche. Retirada y venado perdido.

En fin, dos rastreos fáciles con éxito y un rastreo muy complicado con fracaso. Me doy por satisfecho y vuelvo a pensar que quizá un perro más grande habría podido parar el venado. A ver si crece este Zivo...

Enhorbuena Álvaro. Vas lanzado.

Ten paciencia con Zivo, es joven y los bavieras son más fríos que los teckels.

Abrazos

Gerardo Pajares

¡Enhorabuena Alvaro!,

No empiezas mal el año, creo que Rita está haciendo meritos para que no la sustituyas tan rápido.

En cuanto Zivo te los empiece a parar vas a dar un paso importante. Te va ayudar un monton.

Gracias por contarlo!

Suerte a todos,

Enhorabuena Alvaro!!!!
vaya pasada de rastreos, Zivo te dara alegrias ya lo veras como Rita.
Sgue contandonos mas para dar envidia.

Muy bien, Álvaro.
Gracias por compartirlo con nosotros.

Puede que me engañe pero no creo que un Baviera consiga agarrar un venado u otro animal que se levante y aún sea capaz de correr, no obstante la perdida de sangre y facultades. Incluso, lo encuentro algo peligroso. Si lo es con un guarrillo que sea, los venados también tienen sus armas, patas muy fuertes y cuerna... Incluso los corzos son capaces de hacer algún daño grave. Así que soltar, en estas condiciones, lo encuentro muy poco útil y algo comprometedor a pesar de que nos da gañas de hacerlo mucha vez. No hay súper-perros. Y los tuyos ya habian cumplido sobradamente

Un abrazo,
Luis

No Luis, no he debido expresarme bien. No pretendo que en el futuro el perro agarre y derribe un venado adulto. Lo que si he visto en varias ocasiones es que un solo perro sea capaz de parar un venado gravemente herido, poniéndose delante de él y latiendo repetidamente, al menos durante el tiempo suficiente para que se pueda llegar y rematarlo. Lo he visto con podencos de rehala, nunca con perros de rastreo.

Curiosamente una vez conseguí que me ocurriera esto con uno de mis teckel (Tula). Desencamamos un venado herido, que se descolgó unos 400 metros hasta un llano, seguido de cerca por Tula. Al llegar al llano se paró y se quedó de pie, mirando a la perra. Tula se quedó a unos 10 metros de él, latiendo como una descosida. Pude llegar y rematarlo. Supongo que no es que la teckel le impusiera tanto respeto como para impedirle avanzar, yo creo que más bien no le hacía ni caso (pero estaba lo suficientemente tocado y cansado como para no seguir corriendo). Nunca más me ha vuelto a ocurrir.

Abrazos,

Lo 1º me alegro Alvaro que sigas avanzando con los rastros tanto tu como tus perros, lo de Zivo tranquilo que ya sabes que las prisas no son buenas compañeras para trabajar con los perros, asi que paciencia y sigue como hasta ahora, que todo llega ( joer que es un canijo 4 meses!!!!!) y respecto a lo de soltar pues es como todo yo por muchas ganas que me entran rara vez lo hago, ya tube una mala experiecia hace algunos años con uno de mis bracos y un cochino y la verdad es que es duro estar solo en el monte con tu perro abierto y otro de ellos acosando al cochino herido, mucha impotencia, muchas dudas por no saber que hacer, pero bueno esto es otra historia y ya con solera, yo siempre hablo sobre cochinos ya que es lo que habitualmente cazo y como no pisteo si llega el caso, pero tu siempre has hablado sobre todo de rastros de venados y hay aunque peligrosos y mucho lo son menos ya que los perros normalmente debido a su porte les tienen mas respeto y no les entran tanto a morder, hablo de Teckel sobre todo, y como no de los babiera estos perros no se han seleccionado para hacer agarres si no para pistear y raro es que sean muy agresivos, deben de tener suficiente caracter para marcar y acosar y de este modo parar una pieza, con lo que normalmete no correran mucho peligro, y ademas creo que en muchos casos un perro de este porte podra llegar y acosar con mucha mas facilidad a una pieza que un Teckel y creo que sobre todo en el caso de los venados es una buena eleccion, para mi entender has hecho muy bioen en hacerte con un ejemplar de esta raza, aunque opino que deberias haber esperado un poco mas de tiempo a trabajar mas a Rita pero bueno ya teniendolos, creo que con los dos perros y tu gran posibillidad de realizar rastros debido a tu trabajo tendras en unos años un gran equipo para trabajar todos los rastros de cualquier pieza y terreno.

Como ves por fin me pude conectar al foro, creo que era un problema del portatil y la contraseña que no era capaz.