He seguido el consejo de Federico, puse el cachorro en lugar del impacto, la verdad es que apenas habia una gota de sangre y algún pelo, al principio el perro empezó a dar vueltas en círculo de unos 5 metros más o menos, con la nariz pegada al suelo y a veces la levantaba como si intentara que el aire le trajera el rastro, al cabo de unos dos minutos volvió al lugar del impacto, pegó la nariz al suelo y comenzó una búsqueda monte arriba, tirando muy fuerte de la cuerda, iba como comiéndose el suelo, al cabo de unos doscientos metros paró, oliendo algo junto a un matojo, eran restos como de comida del estómago del corzo, le animé a buscar y siguió la búsqueda, esta vez en diagonal hasta que llegamos al borde un cortafuegos donde se paró entre unas ramas de pino secas en las que se apreciaba que el corzo había estado tumbado, a la vez buscaba en circulo se le empezaron a erizar los pelos del lomo, volvia para atrás en el rastro y regresaba al mismo lugar, al principio no entendí porqué no continuaba buscando, pero cuando salí al cortafuegos lo entendí, había unas hermosas huellas de lobo marcadas en la tierra. Intenté que continuara la búsqueda pero por más vueltas que dimos ya no siguió ningún rastro firme, así que le paré le hice muchas fiestas y me lo llevé al coche. No encontramos el corzo, pero disfruté a lo grande viéndole trabajar. Posiblemente el corzo había caido muerto allí y nuestro querido lobo hizo de cobrador natural.