Rastreo exitoso

Hola amigos.

Resulta que he tenido cazando unos amigos arqueros por mi tierra y aunque el primer dia hubo poco trabajo, pues se cazó un machete al que dejaron en el sitio al partirle la columna, al dia siguiente el tiro no consiguió parar al cochino tan rápidamente.



El caso es que tras comprobar que el tiro era bueno, marcamos los cuantiasos rastros de sangre pulmonar hasta la entrada en el monte y lo dejamos hasta la maña siguiente, con todos los miedos, pues llovía cuantiosamente, pero yo tengo la norma de nunca rastrear de noche.

Así fue como a las 10 de las mañana y tras una terrible noche de lluvia, nos dirigimos al lugar para comprobar que efectivamente, no quedaba ni rastro de la cuantiosa sangre que vimos la noche anterior. Para colmo, seguía lloviendo abundantemente y había cantidad de rastros frescos de venado y muflón que hacían presagiar que la cosa estaba complicada, aunque los rastros de la noche anterior me hacía pensar que el guarro no podía haber andado mucho.

Repasé el protocolo de rastreo, cogí el rifle, balas suficientes, el gps, cuchillo...en fin creo que esta vez no se me olvidaba nada. Me calcé el impermeable y las botas de agua y llevé a la perra al “anchuss”. Tras unos momentos inspeccionando el terreno y tomando posiciones, se dirigió correctamente hacia la entrada al monte que dejamos marcada la noche anterior. Después seguimos por un laberinto de veredas, llena de rastros frescos de venados, donde la perra tiraba firme, pero yo no podía constatar ningún rastro, así que decidí confiar en la perra, hasta que a unos 70 metros se paro, levanto la nariz y ....maldita sea..tenemos una zorrera con rastro fresco de entrada. Cogí a la perra y volvimos a empezar...está vez la perra no resolvió igual el laberinto de veredas y terminó dirigiéndose hacia la izquierda. Todo parecía indicar que el jabalí había tirado hacia la derecha, pero volví a confiar en la perra...y esta vez al tener que ponerme de rodillas para posar entre un mar de jaras, y colocar mi mano derecha en una piedra me pareció que una piedra tenía un color rojizo diferente...la toque y efectivamente era agua con sangre...vamos bien...No hizo falta mucho más pues mientras intentaba salir de allí, noté que la perra no tiraba de la correa, simplemente porque ya estaba mordiendo al guarrete.



Creo que en esta ocasión las cosa no era sencilla, pero Damila resolvió bien. Estoy muy orgullo del trabajo de la perra pero el más feliz de todos: mi amigo Julio.

¡Bravo Carlos! y enhorabuena a Damila, que va a ser una fenómena. Espero ansioso tu ficha de registro de rastreo. Abrazos.

Enhorabuena Carlos, ya me enseñaras como lo haces.

Un saludo.

Enhorabuena Charlie!!!!!!!!