Una anécdota de como nos pueden sorprender
Fui a principios de semana a Zamora a intentar tirar un venado en un coto que conozco poco. Me dejaron en un camino y tenia que bajar un valle hasta llegar a una piedra donde dominar mucho terreno. Como siempre iba acompañado de mi Jack Russell el cual al salir del coche sin decirle nada siempre se pone detrás. Como no conozco el coto bien y tenia que bajar por unos claros entre escobas encendí el GPS preparando la vuelta de noche. Berrearon algunos venados pero al otro lado de la linde con lo que pase una tarde entretenida pero sin posibilidad de entrar a pieza alguna, las lindes son sagradas por lo menos de mi lado. El perro se queda suelto a mi lado sin moverse y atento a cualquier movimiento, olor o ruido.
Ya oscurecido empiezo a caminar de vuelta y cual es mi sorpresa que el perro en lugar de ponerse detrás, sale por delante parando cada 10 o 15 metros hasta que le alcanzo. Al llegar a el, vuelve a salir delante, por curiosidad le dejo hacer y cual es mi sorpresa que en la pantalla del GPS veo que me lleva al coche exactamente por los mismos pasos que he bajado al colocarme.
Se conoce que se cree mas listo que yo, o que aun no a aprendido a usar el GPS. Lo raro es que el perro tomara la decisión el solo. Bien es verdad que es el único testigo de mis torpezas en el campo...
Alguna experiencia parecida?
Saludos
Bartolo de Diego