Aquí faltan relatos!!!!!

Señores Conductores Acreditadossssssss
Os he avisado y ninguno aporrea las teclas!!!!
Vamos que lo estamos esperando como agua de Mayo!!!!!

Tienes razón Tirso. Un buen puñado de conductores acreditados pasaron cuatro días rastreando en montería por tierras andaluzas y manchegas, con desigual resultado. Zivo y yo no tuvimos nuestros mejores días (varios controles de tiro y dos fracasos rastreando ciervos, uno empanzado y levantado previamente por la perra de Javier Rollón y otro con un tiro de jamón y fuerte hemorragia, del que localizamos una cama pero no estaba su inquilino), pero nuestro secretario Herminio y Olaf triunfaron sin paliativos. Lo que pasa es que la proverbial modestia de Herminio le impide contar sus éxitos. ¡Venga, secre, que ya te hemos dado pie! A ver si se animan también Rubén, Javier o Alfonso, y nos cuentan sus rastreos

Venga va.Yo tuve una de cal y otra de arena;el primero fue un señor cochino que dispararon en el puesto de al lado en el cortadero y al que volvio a disparar mi cazadora (uno que sabe elegir con quien ir...).Al disparo el cochinaco hizo un quiebro y se metió en unos matorrales volviendo a aparecer enseguida monte arriba hasta perderse entre unos chaparros a unos docientos metros del lugar del disparo.Iniciamos el rastreo en el anchuss en donde no habia ningun indicio y Umma tomó perfectamente el rastro hasta el lugar en donde le perdimos de vista desde el puesto. Una vez allí se internó en los chaparros,saliendo y entrando varias veces hasta que retomó un rastro que descendia en diagonal,despues de unos doscientos cincuenta metros dimos con el cochino ya muerto que resultó ser una hembra de tamaño descomunal.El disparo del cortadero le habia atravesado la pata entre el hueso y el tendón y un rasponazo en la tripa,en cuanto al segundo disparo este estaba perfectamente colocado auque no dió ninguna sangre.
El segundo rastreo fue de un muflón herido de pata en una mancha bastante sucia.En el anchuss encontramos dos gotitas de sangre y esta vez fue Mara la elegida para rastrear ya que seguramente habria que parar y sujetar al muflon para poderlo rematar .Aunque empezamos a rastrear atraillados, pronto tuve que llevarla suelta debido a lo sucio del terreno, a escasos 80 metros levantamos una collera de venados que fueron la perdición,la perra salió tras ellos y cuando volvio estaba demasiado cansada para seguir rastreando. Volvi a sacar a Umma y la escena se volvio a repetir tal era la densidad de animales que habia en la finca dandonos finalmente por vencidos.

Alfonso Couret

Enorabuena Alfonso por el cobro de la cochina ahora falta que nos cuente algo nuestro secretario( el profesor HErminio )

Aver si me invitáis a esas monterías de cazadoras

HErminio ???????vamos hijo!!!!!!

Bueno pues aquí estoy, después de unos días de locura en el trabajo....

Yo tuve bastante fortuna en los dos rastreos que me tocaron en suerte, uno el lunes y otro el martes. La verdad es que aparte de la suerte, que siempre cuenta, creo que hay un matiz esencial que hizo que pusiéramos dicha suerte de cara: el hecho de que en los dos rastreos el animal herido lo fue en mi presencia, en el puesto en el que yo estaba de acompañante, y viendo por los prismáticos todo el lance desde el disparo, la reacción del animal al disparo y después del disparo.

Creo que este hecho fue esencial en el resultado de los dos rastreos. No vamos a volver a comentar la dificultad de rastrear en monterías, pero si a todo eso unimos el hecho de tener que fiarnos del cazador, excitado por el lance y pendiente de otras cosas que de fijar en su mente el emplazamiento del animal (que normalmente entrará a la carrera) y su reacción, las complicaciones aumentan.

Bueno, os cuento.
El primer cobro del lunes fue sobre un venado empanzado. Entró en una pelota junto con otros tres venados más pequeños. "El último, tira al último". Yo los estaba viendo perfectamente a través de los prismáticos. La reacción al disparo fue claramente perceptible, al encogerse ligeramente y combar la espalda hacia arriba, siguiendo con la pelota de venados durante unos metros, hasta que finalmente se separó de la trocha que llevaba el grupo, girando a la derecha e internándose en un jaral algo más espeso. "Ya tenemos tarea", me dije. Lo malo es que se trata de otro venado "empanzado".

Mis experiencias con los animales así heridos en montería no habían sido muy buenas hasta la fecha y además, junto con Javier Rollón, habíamos perdido ese mismo fin de semana otro venado empanzado que consiguió levantar Javier con su perra.
Finalizada la montería, me tuve que ir a llevar al cazador hasta la casa pues estábamos bastante lejos y el postor se quedaría a recoger las reses. Le dije al secretario que se acercara al sitio donde el venado se había separado de los demás y me dijera si veía algún indicio, pero que no lo pisteara. Nada más acercarse a ese punto y tras internarse no más de una veintena de metros, vi cómo levantaba al venado. "Déjalo, déjalo. No te metas más. Luego vengo yo con el perro". Mi miedo era que el venado cogiera "pista" a pesar de haber transcurrido más de dos horas desde el disparo, y no volver a encontrarlo.

De vuelta hacia la casa, fui parando en las posturas y preguntando si había algún animal pinchado. Un par de puestos más abajo del mío, dejé marcado un rastro de sangre al borde del cortadero, en el punto en que un guarro había sido herido y se había internado en el monte. Había sangre clara y señales evidentes de las huellas de un animal que se había "tirado" literalmente por ese lugar.
Cuando llegué a la casa me encontré con Javier Rollón que tras recoger su armada y comprobar que no había nada (¿? qué buenos son estos tíos...) que pistear, estaba esperando a que llegáramos alguno para organizarnos. Le dije que se viniera conmigo para que hiciera el rastro del guarro. Le dejé en la marca de la sangre y me fui a lo mío, explicándole dónde estaría yo, por si acababa y quería pasarse por allí.
Vaaaaleeeee, ya voy, ya voy con el rastreo.

Me fui con Olaf directamente al punto en el que el venado se había separado de los demás y enseguida vi sangre abundante. Me salté el análisis del anschuss pues sabía perfectamente de qué tipo de herida se trataba (había visto hasta el punto del impacto en el venado). Inmediatamente me di cuenta de que el perro estaba "muy" por la labor por el entusiasmo y el interés que tenía en el rastro. Buscando, rebuscando, parándose a coger de nuevo el rastro perdido un metro antes, y sin distraerse con nada. Y yo, que no estaba pasando por un gran momento de confianza en el perro, me preguntaba ¿será posible?. Enseguida pasamos por encima de la cama de la que el secretario había levantado al venado.
El perro iba de cine, marcando las gotas de sangre cada vez menos abundantes, y con un interés desconocido en él (normalmente va como una moto y un poco alocado).

De repente, veo que el perro levanta la cabeza y empieza a ladrar y a tirar como un loco de la traílla. En ese momento veo que el venado se levanta a no más de 10 metros de donde nos encontrábamos y arranca hacia delante, huyendo de nosotros (marcado con una estrella amarilla en la ortofoto). En ese momento, sólo estaba pendiente de sujetar la traílla y tranquilizar a Olaf para que no saliera detrás del venado, por lo que no pude descolgarme el rifle y rematar el venado antes de que se nos tapara con las jaras altas aunque no muy apretadas de la zona.

Aquí me gustaría aprovechar para comentar un tema del que discutimos largamente durante ese fin de semana sobre todo con Javier, a causa de su desesperación al perder el día anterior un venado empanzado al que no pudo parar soltando a su perra, una teckel.
Mi único pensamiento al levantar el venado fué no soltar al perro y tranquilizarle para volver a ponerle en el rastro tras dejar pasar unos minutos. Un Teckel con un venado empanzado, no tiene ninguna posibilidad de pararlo, ni tan siquiera de distraerle. Aunque Alvaro tiene la teoría de que ante la poca importancia del perro, el animal no huirá ya que no le prestará atención, conociendo a Olaf estoy seguro de que lo único que podría conseguir es iniciar una persecución kilométrica que podría acabar en la provincia colindante, dependiendo de las fuerzas del venado.
Soy de la teoría de que con este tipo de perros, o bien llevas otro perro para parar al animal que soltaremos en el momento del levante (chiens forceurs en Francés), o bien lo mejor que podemos hacer es tranquilizar a nuestro perro, sentarnos tranquilamente, dejar pasar un ratillo y poner de nuevo a nuestro compañero en el rastro. De esta manera, no habremos presionado mucho al animal levantado que, ante esta falta de presión y dependiendo del tipo de herida, no tardará en echarse de nuevo. y ahora sí, cuando reiniciemos el rastro, deberemos estar listos para descolgar el rifle y rematar a la primera ocasión que se presente.

Bueno pues volviendo a mi relato, esto fue exactamente lo que hice. Tranquilicé a Olaf, dejé pasar unos minutos que a mí se me hicieron eternos y reemprendimos el rastreo.

Enseguida Olaf volvió a mostrar interés y codicia en el rastro olisqueando aquí y allá, cambiando de dirección, corrigiéndose, hasta que llegamos a un camino que Olaf no cruzó sino que cogió hacia la izquierda siguiéndolo (ya estamos, Olaf y los caminos, pensé yo). Pero no, el perro iba bien (nuevas gotas de sangre) y decidí seguirle hasta que girando de nuevo a la izquierda, salió del camino y se metió de nuevo en la mancha de la que veníamos. Tras algunos metros describiendo un bucle hacia donde habíamos levantado el venado, Olaf empezó de nuevo a levantar la cabeza y a tirar de la traílla. En ese momento pisé la traílla y me descolgué el rifle mientras veía de nuevo al venado levantarse a no más de cinco metros de nosotros, pero ya con menos fuerza. Resultado, tiro de remate, suelta del perro para que "cogiera" su presa, y una alegría indescriptible. Era el mejor rastro natural que había hecho el perro y ¡encima con remate! Casi me lo como.

Mientras estábamos celebrándolo y yo intentaba localizar a Álvaro para que avisara al guarda para que vinieran a recogerlo, me llamó Javier que me estaba buscando, pues su rastreo había terminado sin éxito. Llegó hasta donde yo estaba y gracias a él tengo fotos del venado y de Olaf porque yo, como siempre, me había dejado la cámara en el coche. ¡Gracias Javier! Creo que esa noche hubiera dormido abrazado al perro... Lo mejor fue la alegría de los amigos al contárselo, pues algunos de ellos sabían de mis ratos de desesperación recientes.
Os pongo una foto del rastro (puse a Olaf el collar antes de salir, por si acaso...) y otra con el venado y Olaf.





Al día siguiente la suerte volvió a ponerse de nuestro lado. Me asignan el mismo cazador. Tira a una cierva a unos 70-80 metros. Al disparo veo perfectamente cómo el tiro le parte la pata derecha por encima de la rodilla. La cierva echa a correr por nuestra derecha con el grupo de ciervas con el que venía, tapándose en seguida. Escucho las carreras y aviso al cazador para que se prepare (los que estaban allí, saben lo que esto significa...) pues nos están rodeado por la derecha y van a cruzar el cortadero por encima de donde nos encontramos. Le aviso poara que tire a la cierva a la que ha partido la pata (estaría bueno). En cuanto aparecen la dispara, ya metiéndose en el monte de nuevo (esos reflejos) y veo perfectamente que la engancha en toda la tripa. Bueno, ésta no irá muy lejos. Puede ser un buen rastreo de entrenamiento para Olaf.

Cuando todo se tranquiliza, subo a reconocer el sitio por donde la cierva ha entrado en el monte (no más de treinta metros por encima de nosotros siguiendo el cortadero) y esto es lo que encuentro, junto con abundante sangre



Para ahorraros tiempo, rastreo fácil, de no más de 200 metros (180 según el GPS), encontrando a la cierva viva, acostada debajo de un lentisco. Mando a Olaf pararse y piso la correa (parece que ha aprendido de ayer, pues se está quieto y deja de tirar) y tiro de remate a la cierva.



En amarillo el lugar del primer disparo (1), el recorrido que hicieron las ciervas y el lugar del segundo disparo (2). Marcado con una X el lugar donde se encontraba el cazador.



Fin de la historia y un fin de semana que será difícil de olvidar.
Un fuerte abrazo

Sí señor, buen trabajo!!!.
Te has hecho de rogar pero la espera ha merecido la pena, pues nos lo has contado con mucho detalle y bien documentado.
Tu cara de satisfacción lo dice todo.

Por fiiinnnnnnnn !!!!!!! Que buen relato por un momento me he visto rastreando yo , por lo bien especificado del relato , me alegro mucho por olaf i por ti, después de tanto luchar siempre llega la recompensa asin que nunca hay perder la confianza. Enorabuena!!!!!

Lo de soltar al perro no se como te aguantaste, yo lo hubiese soltado a la primera queeeeee nerviosssss!!!!!!
Andaaaaaaa conellllll machoteeeeeee!!!!!!! Jajajaja

Enhorabuena por los rastreos y por el relato, parece que estaba acompañandote, felicidades tambien a Olaf.

¡Hermiiiniooooo! ¡Enhorabuena!

Enhorabuena a todos y felicidades a esos equipos de conductores tan maravillosos !!!!!!

PD: Herminio muy buen documental. Gracias ( una tele 500 euros, un coche 30000 euros, una casa 200000 euros, un rastreo,............ no tiene precio!!! )

Saludos,

Que bien, Hermínio!

Que entretenido ese weekend! Lo que nos divertimos en la caza, hee!?... Eso es!
Me hacen bastante illusion estas hazañas de Olaf por varios motivos. Sabes lo que pienso de Olaf, que es un señor perro, un ejemplar extraordinário, a mi juicio. El perro que llevaria para mi casa, solemos decir. Además tiene esa afficion tan positiva y un excelente caracter. Y aún se está haciendo, siempre en creciendo. Tu como Cazador eres de los míos, tranquilo y aficionado sin invidias, eres una persona extraordinaria, un optimo manitas con esto de los chismes tecnologicos, de campechano lo tienes por encima y con toda la illusión de ayudar en cualquier situación a cualquiera, lo mereces! Y, ya que sigo con mala racha en estas cosas de puestos, monterías y cobros me alegro enormemente por el suceso de mis compañeros!! Gracias y enhorabuena, Hermínio!!!
Otro teckel que llevaría a mi casa, la perrilla de Javier Rollón; Es que no se olvida la mirada y la actitud de esa perra! La verdad es que no tengo malo gusto, no! Anda!

Un saludo grande a todos!
Luis Barata

Pues aprovecho que por fin Herminio se ha decidido a contar sus rastreos, para agradecerle a él, a Rubén González, Alfonso Couret y Javier Rollón que me acompañaran esos cuatro días, haciendo de eficaces ayudantes para los cazadores (que buena falta les hace), poniendo sus coches para llevarlos a los puestos, rastreando con sus perros, comiendo tarde y mal (o quedándose sin comer) y, sobre todo, aguantándome con paciencia (en estas monterías de trabajo ando siempre algo "tenso" y puedo resultar en ocasiones un tanto irritante). Gracias a los cuatro.

Enhorabuena!! Herminio y Olaf, por esos dos rastreos.

Muchas gracias a todos, ¡da gusto escribir en este foro!
La verdad es que tanto Olaf como yo estábamos necesitando esto, bueno, sobre todo yo para ganar la confianza que tenía un poco perdida en el perro.
Y gracias sobre todo a Luis Barata. ¡Tómate lo que quieras Luis, que está todo pagado! Cada vez que me encuentre deprimido o en baja forma, me leeré este mensaje de Luis para levantarme el ánimo. Gracias también por lo que le toca a Olaf, aunque creo que habrá amigos que en eso del "excelente carácter" puedan no estar muy de acuerdo contigo.
Un fuerte abrazo y que sigamos contándonos nuestras "batallitas"

Buenas tardes Herminio, acabo de leer tu relato y, para empezar, ¡¡¡¡QUE DOMINIO!!!!

Esto que nos cuentas, a mi me ha pasado siendo el tirador y te puedo asegurar que hoy siento que lo realmente magnifico, no es el lance del tiro..., es el cobro con tu propio perro adiestrado, esto si que es mucho más gratificante, salga como salga.
Lo único que siento es haberlo descubierto algo tarde aunque, como se suele decir, más vale tarde que nunca.

Un abrazo
Emilio Torres

A ver esos relatos señores !!!
Ahora que ha empezado la temporada del Corzo seguro que más de uno nos puede contar alguna aventura. Venga animaros que una cosa lleva a otra y así sucesivamente,...

Personalmente estos días tuve un rastreo muy rarito de un bonito corzo H20 con un aparente tiro de pata bajo.
El cazador tiró a un corzo adulto que estaba bordeando un campo de cereal des de una distancia de unos 150 metros. Al tiro el duende se desplomó un instante y enseguida puso tierra de por medio adentrandose en un embrozado y oscuro bosque. Cuando visitamos el anschus, pudimos observar un poco de pelo, un fragmento pequeño de hueso y algo de sangre que se iba perdiendo a la vez que nos adentrabamos en el monte.
Caban iba muy fijo y de golpe se paró en un bojal espeso y se puso a ladrar con el pelo erizado..... algo no me cuadraba... de repente se empezó a mover la maleza y vi salir tres primales a toda leche,.... entré y mi sorpresa fue cuando encontré más rastro de sangre y una cama..... (el corzo estaba entre los jabalíes, y se fugó con ellos? ), pues estuve así hasta en tres ocasiones, y lo único que divisaba eran los suidos y algo de sangre. ¿dónde estaba el corzo? ¿el cazador tiró a un corzo o a un jabalí?...
En fin, no pude descifrar el rastreo. Y el cazador aseguraba que era un corzo !
En rastreos anteriores me había encontrado con rastros calientes de la misma especie o de otras, y que Caban corregía por el solo o en alguna ocasión era yo el que corregía el despiste. Lo que no me había pasado nunca era rastrear entre una piara que no quería irse más de 300 metros a la redonda y que por casualidades o no hacían el mismo recorrido que el corzo buscado. Raro raro raro. .
Seguimos en contacto con el cazador para ver si encontramos novedades, haciendo esperas con los prismáticos y el botiquín. Qué mala suerte !!!

Pues si Edu , el rastreo es raro raro raro, pero eso es lo que tiene la grandeza de la caza y el rastro rojo , que nunca terminamos de aprender, y los animales no nos dejan de sorprender,
La verdad que es un caso raro pero al menos lo intentastes que es lo que cuenta, animo y a la próxima será

Un abrazo compañero

puede que los cochinos iban por la pista de sangre... A sabiendas que al final hay premio. Es posible?...

Luis Barata