Hola a todos,
El sábado pasado me coloque de aguardo en una finca de Extremadura.
Al ponernos estaba lloviendo un poco, pero poco más tarde se quedo muy buena tarde-noche.
Todavía muy de día me entro un machete de unos 40kg. Uno de los que llamamos ignorantes.
La foto es con el teléfono, por lo que no se ve muy bien.
Poco después me entraron un par de piaras y se oía mucho movimiento en el monte.
A las 11 y media veo que un guarro que tiene muy buena pinta va bajando muy despacio cortadero abajo, tapándose con el borde del monte. Lo dejo llegar ya que había 4 cochinos, para ver la reacción de estos. Se quitan del medio en cuanto lo ven llegar, pero no parecen muy asustados. Se apartan como unos 10 mts.
Como el cochino tiene muy buena pinta decido tirarlo.
Espero que se cruce y casi de lado lo tiro. ( 9,3x62 y 250 gr de pepino)
Al tiro no veo si ha caído pero oigo varias carreras (pienso que los pequeños que estaban alrededor) pero al mirar con los prismáticos no veo el guarro en el sitio. El monte está solo un par de metros de donde he tirado el guarro. Lo he tirado muy tranquilo y hay bastante luz por lo que pienso que no lo he podido fallar. Le he apuntado a la paleta un poco delantera por estar un poco sesgado y no totalmente cruzado.
A la media hora me acerco al tiro y no veo nada. Miro de arriba abajo y no consigo ver ni una gota de sangre. Se puede ver el arreón del guarro, pero nada más.
Muy mosqueado decido ir a buscar al perro que está en el coche bastante cerca.
Nos vamos de viaje después del aguardo por lo que decido poner al perro esa misma noche en el rastro.
No hace calor, ha llovido un poco hace un par de horas y además ya ha rastreado varios de noche. Lo único que no me gusta es que los rastros son calientes, y tengo comprobado que mi perro trabaja mucho mejor al día siguiente. Se centra más en la sangre y no en los sanos. Y trabaja más despacio.
Al principio el perro da bastantes vueltas y no coge un rastro fijo. Lo entiendo porque habían entrado muchos guarros esa misma noche. No parece fijarse en ningún rastro en concreto.
En ese momento me empiezo a convencer que lo he podido fallar…es cuando uno empieza a pensar hace cuando puso el rifle a tiro…si se habrá dado un golpe…si no estará bien puesto… y todas esas cosas que pensamos cuando se nos va un bicho.
El calibre es grande y las balas bastante duras, por lo que suelen dejar mucha sangre, casi siempre.
Le animo al perro a que se meta (atraillado) por una vereda que hay muy cerca al lugar del tiro. Se mete confiado, pero no lo veo muy centrado. Pienso que ha cogido una pista de cualquiera de los guarros, pero no de uno herido.
Le dejo seguir, sin mucha fe. A los 80 mts veo que parece seguir un rastro más fijo. El rastro que sigue el perro hace un par de giros, y sigue adelante, siempre por monte de jara y madroña bastante cerrado.
A los 150 mts sin ver nada de sangre, decido que he fallado y parar el rastreo. Que se le va a hacer… estaba muy seguro del tiro, pero se fue…
En ese momento el perro al notar que le tiro de la traílla para acabar el rastreo, levanta la cara como cuando hay un animal cerca. En las monterías me ha avisado muchas veces que viene algo de esa forma y me ayuda a estar más preparado. Si hace eso es que hay algo cerca.
Al ver la reacción le dejo que siga. A los 10 mts esta el cochino muerto. Gran satisfacción!!!
Tiene un buen tiro en el codillo, no entiendo como no ha dado nada de sangre (seguramente no la he visto). Sobre todo en el tiro ya que había bastantes piedras y es fácil ver la sangre incluso de noche.
Os podéis imaginar los abrazos que doy a Lemon en ese momento.
Ese cochino no lo habría cobrado nunca sin el perro.
Es un guarro muy grande de cuerpo (unos 100kg) pero con pocos colmillos.
Me voy de viaje súper contento, pero por los pelos no voy rechinando los dientes.
Una vez más, hay que confiar en el perro!!!