Rastreo inacabado

Buenas tardes.

El sábado por la tarde-noche un amigo mío "pinchó" un corzo en un coto Soriano cercano al mío. Me llamó esa misma por la noche para pedirme ayuda pero yo estaba afanado apañando el corzo de mi socio en ese momento, así que le sugerí que lo dejara tranquilo para que se enfriase esa noche y nosotros le ayudaríamos a buscarlo por la mañana tras el rececho.

A eso de las 10 llegamos al lugar del tiro, y efectivamente encontramos sangre. Había un pequeño pegote de sangre espesa pero roja (no de tripa), y un poco más abundante en el lado de la salida del proyectil. Tratamos de encontrar algo más y buscar su huída, pero ni una sola gota en ninguna dirección. Intuitivamente seguimos una vereda que faldeaba una pequeño talud para llegar a una olla bastante espesa de zarzas, piornos, y jaras.

A eso de las 11:30 lo dejamos y le recomendé a mi amigo que o bien llamase a alguien con un buen perro de sangre para ir inmediatamente o que volviera cuatro o cinco días más tarde para buscarlo "de nariz" una vez empiece a oler el cuerpo del animal. Ante su pregunta de si era efectivo que fuera un amigo suyo con un Teckel hoy o mañana (no podía hacerlo antes) le mostré mis reservas al haber pasado al menos 72 horas del disparo.

La cuestión o pregunta es: un perro de sangre, ¿será capaz de encontrar el corzo (suponiendo que esté muerto o mal herido, claro) no ya por el rastro rojo, que no lo habrá, si no por hacerlo "de vientos" (por el tufo)?. En caso negativo, ¿valdría algún perro que no fuera de sangre para este último menester?.

¿Qué opináis?.

Muchas gracias por adelantado.

En mi opinión, por vientos muchos perros serán capaces de encontrar un corzo muerto hace 72 horas, eso si, siempre que esté más o menos cerca. No es necesario que sean de sangre, pero lógicamente sí que tengan cierto instinto de caza. También los perros de sangre levantan la nariz cuando tienen ya la pieza cerca, si el viento les favorece. Incluso utilizan su nariz en ocasiones para cortar los rastros, aunque en su preparación tratamos de evitarlo y de que lleven la nariz lo más pegada al suelo (de ahí trazar los rastros artificiales para ser ejecutados, preferentemente, con el aire en la espalda).

Los perros de sangre deben trabajar con la nariz pegada al suelo porque será la forma más segura de no perder el rastro. No obstante, a mi modo de ver, lo importante es encontrar la pieza. Yo, si no veo un rastro claro, y el perro no me lo muestra después de dar unas cuantas vueltas alrededor del supuesto anschuss, trato de dar círculos amplios con el perro suelto para ver si corta un rastro o da con la pieza por vientos. Se que no es un método muy ortodoxo, pero a mi me ha dado la posibilidad de recuperar ya unas cuantas piezas que se hubieran quedado en el monte.

Creo que irán mañana, a ver si hay suerte. A mi dejar caza en el monte sin cobrar es lo que peor llevo, para otra ocasión acudiré a algún conductor acreditado (mientras mi perro se forma).

Gracias Álvaro.

Los perros pueden seguir el rastro de sangre muchas horas después sin necesidad de recurrir al olor a "morrina". En la foto Runa después de cobrar un corzo, o lo que quedaba de él, más de 80 horas más tarde (se disparó un jueves al anochecer y se cobró un domingo a media mañana) yendo por el rastro, col la cabeza baja, como diós manda.



Saludos

Gerardo Pajares

En mi opinión, con 72 horas el perro puede cobrar perfectamente un corzo a la manera ortodoxa, aunque a medida que pasan los días las posibilidades van disminuyendo, como demuestran las estadísticas de la AEPES.

Creo que con 72 h sería mejor intentar primero un rastreo de sangre (aunque no se vea sangre) y en caso de no tener éxito probar por vientos, siguiendo la táctica de Álvaro.

Personalmente he disfrutado mucho con un corzo cobrado a los 4 días del disparo y un jabalí a los cinco del flechazo, ambos tras rastreos de 400-500 m. En la web de los rastreadores de Alaska se describe un cobro tras 30 días, pero bueno, parece difícil de creer.

Saludos

La verdad es que hecho un rastro artificial de 500 metros el otro sabado , este sábado pasado, y con perros distintos, lo han conseguido muy bien aún que despistandose en algun lugar donde solo he utilizado las patas del ciervo. Y se ayudavan por el viento apesar de que siempre lo que encontraban estaba en el suelo.
Vamos, Nosler!
Un abrazo!
Luis B.