Jabalí de octubre

Hola a todos:
Os cuento un rastreo del lunes. En esta ocasión fue fácil, a pesar de las aparentes dificultades, lo que me demuestra que siempre hay que ir a buscar al animal. El sábado no lleve al perro a una de nuestras batidas, y, como suele pasar el tiró fui yo. Un tiro teóricamente fácil o facilísimo, a un jabalí de unos 70 kilos. Iba entre el monte, al paso y lo tiré cuando asomó, atravesado, la mitad delantera en un pequeño claro. El tiro, de arriba hacia abajo y a una distancia de unos 12 metros. Aparentemente no acusó el tiro: lo veo girar y desaparecer entre los brezos en un segundo, sin poder repetir. Lo tiré con un 8x57 JR con una bala RWS T mantel. Cuando terminó la batida me acerque al tiro, un poco mosqueado, pero convencido de haberlo pegado. Allí, tras cuidadosa inspección, nada de nada. Tampoco en las proximidades. Al rato entro de nuevo con un perrero y tres perros, convencido de que el jabalí tiene que estar cerca, muerto o muy herido. A unos 40 metros lo levantan los perros. Corre unos 50 metros y se vuelve, prácticamente sobre sus pasos, a toda velocidad, despistando a los perros, que muy cansados tras todo el día de caza, desisten enseguida. La ausencia de sangre y la veloz carrera del jabalí, que parece muy sano, hacen pensar a todos los presentes que, o bien esta muy poco tocado o, incluso, que se trata de otro animal. Yo pienso de todo a la vez. Que como he podido fallarle a esa distancia. Que mucha casualidad dos bichos iguales en el mismo sitio. Al final conjeturo que mi imprecisión, o el desvío por alguna rama, me han llevado a un tiro de tripa y que el jabalí se ha tumbado pronto, tocado pero muy entero. Es ya tarde y ante la perspectiva de un rastreo prolongado y difícil, decido postponerlo.
No puedo volver hasta 48 horas después y en este tiempo me empiezan a asaltar las dudas. Para colmo ha cambiado el tiempo, está lloviendo, amenaza nieve y me espera una hora de carretera y 40 minutos de pista.
Llegamos al tiro con Tobías. Pienso en todo lo que lo habíamos pateado la zona hacía dos días. Para mi sorpresa ni olfatea ni se para. Sigue hacia abajo, despacio, pero decidido. Me parece (aunque quizás sea una impresión errónea) que trabaja más despacio (con más prudencia) los jabalíes que los corzos. Sorprendentemente, tras pasar una zona de zarzas se tira hacia un hayedo bastante limpio, en vez de a la zona espesa de brezos y escobas. Nada de sangre. A los pocos minutos, a unos 100 metros del tiro, descubrimos a la jabalina muerta, probablemente desde hace tiempo. El perro no ladra (sólo ladra a los vivos) y al principio se muestra prudente. Cuando, tras felicitarlo, muevo al jabalí comienza a morderlo. El animal tiene un tiro en la caja torácica, ligeramente trasero, sin salida y no me explico como no cayó antes. Sigo dudando de si se trata del jabalí que levantaron los perros. El Tobi se ha portado y esta vez ha tenido recompensa.

Perdonad la calidad de las fotos. Son muy malas, hechas con el móvil y jarreando (perdí la máquina en el anterior rastreo).
Un saludo a todos

Federico Sáez-Royuela

¡Mi más sincera enhorabuena! No hay como confiar en ellos. Esto promete.

abrazos

Gerardo Pajares

Enhorabuena por el cobro, el perrete cada dia mejor.

Enhorabuena, siempre hay que comprobar.

Garacias por esos relatos, y a seguir asi!