Hola, Compañeros!
Hoy os cuento el primer rastreo verdadero de Connor, un bgs.
Connor es un baviera que he recientemente importado, con algún empujón de Tirso, desde Polónia. Viene de una criadora que hace su muchísimo labor en lo de trabajo y que representa su país muchas veces con sus ejemplares en pruebas internacionales. Ahh, que también los lleva a exposiciones y con excelentes resultados. El tema es que allí, cada vez que ella vende un cachorro, se tiene que aceptar y firmar un contrato… Y en ese contrato el perro solo cambia de manos con autorización de su criador, que puede ejercer su derecho de opción… Y de echo, al deshacerse un matrimonio, en que nadie quería el perro, ella lo ha recogido y ha consultado gente para colocar este perro en buenas manos. Este perro no había cazado nunca, el agua que no le gustaba, no había sido presentado nunca en una exposición. Mirando a su pedigree me gustó bastante por la genética de trabajo, bufff, todo un histórico de campeones, por algún perro que ahí estaba que tenia el mismo tipo que los míos, … En seguida me envían fotos, pido más, me envían un video de su presentación ante un jabali muerto, con muy buenas reacciones… Hay que decidir, me tiro a la piscina, se discuten las condiciones de adquisición, se aceptan, se decide su transporte, el viaje a Lisboa… Bueno, está aquí conmigo en mi casa!...
El perro es encantador. Desde el primer minuto fuera del transportin que se notaba su buen carácter, su buena actitud. Es un perro muy bonito, compacto, lleno de sangre, obediente y que sabe polaco, un poco de ingles y ya va algo adelantado con el português. Es un atleta, salta mucho, abre puertas, sabe robar comida, mea muchísimo, en todas las esquinas, jarrones y macetas, Pero se comporta dentro de casa e cumplimenta con la pata.
Así que, de perezoso que soy, y con ganas de entender lo que llevaba dentro, lo he llevado a dos jornadas de rececho de selectivos, sin siquiera hacerle un rastro artificial… Vaya que AEPES me despide… Por la correa perfecto, reacción al tiro perfecto, mordiéndola pieza perfecto, apport perfecto, como sabemos el bgs lleva bastante de retriever, nadando… como un clavo, bueno, más como un tornillo. Se tira a la agua de salto, empieza nadando en alta velocidad, como se tuviera un motor, en seguida le pesa el culo y en seguida intenta nadar … estilo perro, y logo después se hunde en la vertical, girando como tornillo. Hubo que salvarlo dos veces pero no desiste y ya va mejor.
El pasado sábado nos fuimos de rececho. Mucho calor y tres piezas después nos fuimos a descansar al borde de una charca donde el Connor ha podido ejercitar sus dotes de natación, para en seguida alejarse cazando solo y casi cogiendo un conejo tras una carrera que ha finalizado en un zarzal donde solo ha salido cuando lo he recogido. Al almuerzo, en un largo campo de chaparros, no ha dejado de hacer caminatas sobre muchísimas pistas. Es un perro independiente, bastante investigador, sin recelos, sin pendencias o manías, con bastante iniciativa.
Casi por las siete de la tarde ya casi la noche llegando, mi compañero tira una cierva, bajo mi observación y noto que al momento del tiro la cierva saltó un poco y arranca en galope, pasando a trote y un poco encogida en la derecha con la pata trasera derecha apoyando poco y algo recogida pero sin parecer pendiente o partida. La tenemos montada… Nos fuimos a observar la huida y si, había un goteo de sangre, que hemos marcado. Por la llegada de la noche y por suponer un tiro trasero de barriga, bajo, o de músculo de pata trasera se decidió empezar el rastreo el cuanto antes. Nos fuimos a por los perros, que estaba ahí otra cachorra bgs, y en menos de una hora sobre el tiro empezamos. Pido a que los compañeros se adelanten a una pista a trecientos metros y intenten localizar indicios si el animal la había pasado. Por mi parte paso con el perro en el sitio del tiro y el perro lo investiga muy rápido. Nada de sangre, puede que algún pelo y el arranque. Le animo a Connor y empieza rápido, recto por la pista ya investigada y nos vamos entrando en la maleza pasando las marcas que habíamos puesto por las gotas de sangre. La sangre roja viva, sin burbujas, se sucedía a cada dos metros, algunas veces solo una gota otras veces así un pequeño chorro de chasquido fino pero a pesar de ser estilo soplado no me parecía de pulmón, ojala fuera. Llegando arriba salimos a la pista donde estaba la otra gente que no se enteraba de vestigios de sangre. El tema es que el perro en los trecientos metros ya cubiertos fue siempre encontrando sangre y en el camino ese ha seguido recto a la otra parcela y ahí la cosa se pone dura. Ya no había luz, la maleza era bastante más.
Floresta de eucalipto antigua, de varios cortes ya, muy sucia de mato, destrozos, retamas, zarzas y tojo. Me pasan una pequeña linterna y… vamos todos detrás del perro!...Hay que confiar y intentar ayudarlo. Acompañaba el conductor y el perro el guarda, con la otra Baviera que no se enteraba de lo que pasaba, y el cazador, munido de su bengala de apoyo ya que tiene un total handicap de su rodilla izquierda, resultado de un accidente, y con una buena prótesis y… 110 kilos, y la Blaser del 338 y … diabetis…. El perro estaba realizando su primero rastreo real ese momento pero desde el inicio iba muy muy seguro y muy pegado, muy rápido. De echo si no era por el perro seria imposible hacer ese rastro ya que era noche y solo a veces podríamos comprobar alguna gota y de que ibamos bien. Se paso a otra parcela y a otra más. La cierva debería ir caliente en frente nuestro y seguía ora por la maleza ora por las veredas y en dos momentos hemos distinguido en las veredas un goteo más fuerte, señal de que paraba para orientarse y oírnos mejor… Las quejas del guarda, el ruido inmenso, las quejas de mi compañero, el retraso que había que hacer para que la comitiva se juntara cada vez que yo distinguía un señal más y pedía para que lo marcaran, me hacían piensar de que todo era una tontería lo que hacíamos… Los indicios casi siempre presentes, sangre rojo vivo, goteado, linfa, un que otro pequeño chorro, en las paradas mas goteado y haciendo un pequeño charco. Hacia un calor insoportable y no había brisa siquiera, una noche fenomenal para pistear pero… sin luna. Y vamos que hay más sangre y un poco más, seguimos, tiramos, caemos, saltamos, corremos detrás del perro y empezamos a bajar por una chapada, y otra ladera más y…Llega ya!... Al cruzar otra pista he detenido el perro que quería seguir y esperé por la otra gente y ya con mucho pesar entre todo esto hubo que volver… Aún pensé en soltar, que el perro ladra bastante a los animales, eso lo pude comprobar antes, pero mejor que no, que este no es de los que vuelve y la cierva puede estar cerca o lejos… Se abandonó por cansancio, peligro de caídas y por imposibilidad manifiesta de ver el camino o la pieza que seguía andando, seguro, en su huida. No se rastreó el día siguiente a pesar de los buenos indicios en la pista... no había posibilidad de ir allí. Eso aún me duele y estará dando vueltas en mi cabeza. Hasta hoy la cierva no ha sido avistada. Un fallo más para este conductor y una prueba de lujo de Connor. Habemos perrus!
Un fuerte abrazo,
Luis Barata