Buenas tardes,
Os subo un relato de nuestro querido amigo Jean-Guy desde Montauban, siempre con su estilo y muy didáctico.
Espero que os guste. Gracias Jean-Guy!!!!
"¡Un relevo exitoso… casi por casualidad!
Hoy, domingo 29 de septiembre, a las siete y media en la casa de caza de Castelmayran (30 km Oeste de MONTAUBAN). El presidente y dos socios de la ACCA me esperan para un café. Ayer a eso de las cuatro de la tarde, hirieron un jabalí de unos 50 kg. Yo estaba a más de 8O km, en Saint-Antonin detrás de una jabalina con bala de tripa (H5, L500 m), cobrada en veinte minutos después de un tiro de remate al desencamarla. Por eso, el rastreo le toco a Didier, nuestro delegado UNUCR departamental, a las siete de la tarde. Después de un kilómetro con muy poca sangre, un rastro difícil en un maizal y el anochecer, detuvo su hannover y me llamó para saber si me gustaría seguir este rastro mañana por la mañana. Pregunta previa mía : «¿probabilidad de cobro?»; Respuesta suya: «50%, res no perseguida pero herida desconocida y … lluvia». Vale, conozco a los cazadores, iré a saludarles mañana.
07h45: llegamos al anschuss solo para comprobar si Azba toma el rastro de ayer en los girasoles; la sangre ha desaparecido pero la perra toma la dirección de huida sin dificultad. Tomamos de nuevo los coches para acercarnos al punto donde abandonaron anoche.
08h00: Nos guía el tirador de ayer que luego tendrá que marcharse a trabajar. Yo quedaré solo, acompañado por otro cazador (aparentemente reclutado de mala gana) que se desviará al cabo de media hora. Alcanzamos la última marca de papel: una gatera en un seto que desemboca en otro cultivo de girasoles. Allí empiezan las dificultades: veinte minutos para cruzar el campo de 250 m. La perra suelta busca despacio, nariz pegada al suelo, roncando como un motor para mejor olfatear, pierde a menudo el rastro, buscando hacia atrás y dando largas vueltas. Al salir al lado de una finca, cruzamos un camino con lodo donde marcan las pezuñas del jabalí. Entramos en un maizal de mas de 30 ha que siguen regando: un infierno de lluvia y de lodo; ¡en comparación el campo de girasoles era un paraíso! Atraíllo a Azba. Vamos a permanecer media hora girando en un pañuelo de 1 ha sin encontrar la salida pero derribando muchos pies de maíz, daños que el due4ño atribuirá sin dudas a los jabalíes! Detenidamente, Azba cambia de actitud y de velocidad (ojo los daños !) tomando con fuerza una linea en dirección hacia el Este. ¿Habrá desencamado alguna pieza de caza mayor ? Claro que no ha visto nada, pues no ha latido. Sin prueba, sin conocer la zona, sin acompañante, no soltaré la perra: es algo que se merece! Por suerte, salimos del maizal, cruzamos una carretera y entramos (la perra sola !) en un arroyo cubierto de vegetación que bordea varias casas con jardines. Una señora sale de casa con un pastor belga que ladra a la perra; ¿amiga o enemiga? Por cortesía, le presento disculpas y explicaciones. La señora muy amable (lástima que el deber me llame!) me indica que el jabalí acaba de cruzar la orilla opuesta hace un cuarto de hora. Al mismo momento llega un cazador de la ACCA vecina que acudía « a ver las novedades »; le informo de la direción de huida , pidiéndole que prepare una linea de tiradores a mas de un kilómetro por delante. Azba sigue muy segura, cruzando varios pastizales rió abajo y dirigiéndose hacia un campanario a mas de 1 km en una hondonada. Entramos en otro cultivo de girasoles que atravesamos sin parar. Las huellas de pezuñas confirman el rastro. Desembocamos en otra dehesa, siguiendo siempre la misma dirección, con objetivo posible un monte a la derecha de la aldea. Al cabo de 200 m, Azba se detiene, da vueltas y regresa hacia el cultivo de girasoles sin entrar, reanudando dos veces la ida y vuelta para no equivocarse. Las huellas de pezuñas en la linde de los girasoles dan razón a la perra. El jabalí regresó sobre sus pasos.
La hora siguiente será el tercer lío de este día: no dejaremos de pasearnos por los girasoles (cultivo de unos 400m x 250m), siguiendo siempre el «pie» del jabalí, cosechando un montón mazorcas con la traílla o la correa del arma, la cara golpeada por las flores maduras y duras como piedras. A la tercera vuelta , estoy a punto de abandonar: después de mas de 2 horas de rastreo detrás de un jabalí que no quiere dar la cara, dudo de la gravedad de la herida. Estaba dando agua a la perra cuando el presidente de la caza llega y me propone rodear el campo con tiradores. Buena idea… cuanto antes mejor! Claro que el jabalí se marchó por delante pero era imposible asegurar que siguiera en los girasoles.Tengo que recorrer las lindes del cultivo para comprobar un posible rastro de salida. A lo largo del lado de llegada, Azba marca el rastro de entrada pero en el otro sentido, es decir que quiere regresar hacia el anschuss. Imposible comprobar con las pezuñas. Azba tiene costumbre, cuando encuentra una zona muerta sin salida, volver sobre el rastro hasta 300 o 400 m. Será el caso. La detengo y seguimos dando la vuelta al cultivo. Nada en el lado bajo a lo largo del arroyo. En el lado opuesto, la perra toma el aire y entra en los girasoles. Al cabo de 50 m, arranca con fuerza (siempre atraillada) y llegamos pronto a la marca de entrada: tenía razón, ¡el jabalí había salido tomando la dirección del anschuss! Por suerte, vislumbro una gotita de sangre en una piedra, la primera de la búsqueda! Empezamos a recorrer al trote los campos cruzados a la ida, siguiendo un rastro paralelo a menos de 50 m del primero. Oímos tres tiros a unos 800 m en la dirección de huida: serán cazadores de torcaces. Diez minutos mas tarde cruzamos una pequeña viña labrada y puedo comprobar por primera vez que el jabalí anda con tres patas. Llegamos a una carretera donde nos esperan dos cazadores; dispararon el jabalí a menos de 40 m...lo fallaron y entró en un maizal… el famoso horroroso de por la mañana; que pena! Esta vez, opino yo que no lograremos parar este guarro sin ayuda ajena. Por eso, propongo a los cazadores que circunvalen el cultivo y suelten algunos «perros de pies» seguros. Esperaban tal propuesta y después de colocar varios tiradores en los puntos estratégicos de huida, sueltan dos « bleu de gascogne »…seguidos inmediatamente por una rehala de Jag (error !) de otro perrero celoso.Todos juntos, desencaman algo a menos de 100 m de la linde. Al mismo momento oímos dos disparos a mas de 1km… otra torcaz ? Estoy con el presidente que recibe una llamada telefónica : en el puesto mas alejado, acaban de rematar « el » jabalí ! Momento de alegría contenida y matizada por la duda : « sera el herido ? Tiene una pata rota ? » . No se oye la respuesta : corte de recepción telefónica. Nos desplazamos con el coche y llegamos al tiro : una guarrita de unos 40 kg esta tendida… con una bala de codillo … y la mano derecha casi desprendida y carne blanqueada sin sangre. Qué felicidad ! Azba la saluda con rabia ! Estamos a menos de 150 m del anschuss ; la guarra regresaba a su piara. Son las 11h30 y sereno. La rehala sigue persiguiendo otra res no identificada.
Ensenanzas :
- Un buen rastro del perro, sin sangre, significa a menudo una buena herida;
- Decision de soltar el perro o no: tomar en cuenta todos los factores externos, el tipo de herida sospechada, la actitud del perro, el ambiente de la caza…y por encima de los motivos razonables, seguir su propio sentimiento momentáneo. Cuando la res herida sigue huyendo : la solución de la linea de tiradores o de encierro de una zona será a veces la « última ratio » ; aquí , se permite con la condición de abrir previamente un « Carnet de battue » que oficializa este tipo de caza.
-Detener el perro de sangre y soltar peros de rehala: a menudo la peor de las soluciones a causa del riesgo de «cambio»… lo que ocurrió hoy ! La escogí tomando en cuenta el avance del guarro y la mala perspectiva de girar con Azba varias horas dentro del maizal; para obligar el jabalí a salir, a mi parecer, se necesitaba los latidos y la rapidez de una rehala, lo que no fue necesario pues el jabalí ya había salido del cultivo.
Buen provecho ! Jean-Guy Gendras, UNUCR 82"
Saludos