Tosca se incorpora al equipo

José Antonio, lo ideal es utilizar las pezuñas solo una vez, pero si entrenas todas las semanas necesitarías un "arsenal" de pezuñas. Yo utilizo las mismas tres o cuatro veces, pero tengo la precaución de volver a congelarlas lo más rápido posible, para evitar que se empiecen a corromper y huelan más a cadáver que a ciervo, jabalí o corzo.

Hoy ha estado la perrilla en revisión. El hueso ha soldado muy bien y en quince días le quitarán el tornillo. Este fin de semana empezamos con los rastros de sangre y pezuñas.

Gracias Alvaro, seguro que va a quedar muy bien sin dolores ni nada es joven, cuando empieces por favor sigue contandonos que lo necesitamos mucho, yo como te comente empiezo en un mes mas o menos a entrenar la mía. Haber si tengo suerte, que sea una buena perra, me comentan que cuando tenga la perra, que todavia no esta conmigo que le de solo yo de comer y nadie mas ya que voy yo a ser su conductor, pero como va a estar en casa mis hijos que son pequeños van a estar todo el rato jugando con ella.

Desde luego lo ideal es que siempre que puedas te ocupes tú de las necesidades de la perra, pero cuando no te sea posible no tiene la menor importancia que otra persona de tu familia le de de comer, la saque de paseo o cualquier otra cosa. Por supuesto, que juegue con los niños es algo fenomenal para las dos partes (la perra y los niños). Lo importante es que desde el principio le hagas ver que tú eres "el jefe" y, por tanto, el que dicta las normas. Y, sobre todo, que establezcas con la cachorra un fuerte vínculo, que te resultará fundamental en el futuro trabajo de búsqueda. Como he dicho muchas veces, la búsqueda de piezas heridas es un trabajo en equipo entre el perro y su conductor. Trabajando cada uno por su cuenta, sin apoyarse en el otro, los resultados son mucho peores.

Como creo que ya he comentado en este post, a veces prestamos demasiada atención al entrenamiento específico sobre el rastro de sangre, y olvidamos trabajar otras cosas que pueden resultar muy importantes en el futuro trabajo del perro.

Una de esas cosas es la de acostumbrar al perro al agua. En futuros rastreos puede tener que atravesar un río caudaloso, una zona encharcada o una laguna, en la persecución de una pieza o siguiendo su rastro. He visto ya en varias ocasiones perros que trabajaban de maravilla un rastro artificial, pero que se detenían y rehusaban al tener que atravesar un río o un arroyo caudaloso. Acostumbrar al perro a atravesar estos obstáculos suele ser muy fácil, y además divertido para el perro y para su conductor.

Hoy le ha tocado a Tosca, que hasta la fecha apenas se había mojado las patas en algún charco. Para que le pierdan el respeto al agua, lo ideal es buscar una charca de tierra o un río pequeño, con los taludes tendidos, para que al cachorro le sea sencillo salir de ella, sea cual sea la dirección que tome. Una vez más insisto en que el entrenamiento debe resultar agradable para el perro, y no debemos someterle siendo cachorro a situaciones que le hagan coger miedo. Obtendríamos el efecto contrario. Si la primera vez que un cachorro se mete en al agua está a punto de ahogarse, probablemente no entre más en el agua voluntariamente en su vida, o tendremos que emplear mucho tiempo para eliminar esa fobia.

He elegido para esta primera sesión "acuática" una buena charca.



He dejado a Zivo (para los que no le conozcan, es un BGS de tres años) en el coche y le he tirado a Tosca un palo al agua, cerquita. Como era de esperar, se ha remojado los pies, ha gemido un poco mirando al palo, pero no se ha metido en la charca.

Entonces, he bajado a Zivo, le he señalado el palo y se ha zambullido para cogerlo, ante la atenta mirada de Tosca. Por supuesto, como es una bruja, nada más salir del agua le ha quitado el palo. Como eso es hacer trampa, yo se lo he quitado también a ella y lo he vuelto a lanzar, esta vez más lejos. Zivo se ha tirado al agua y... Tosca también.



Zivo con el palo, y Tosca a su lado, tirándole un bocado de vez en cuando, algo preocupada por ganar la orilla.


Yo he utilizado la competitividad de la perra para animarla a entrar en el agua, porque disponía de otro perro ya acostumbrado. Con eso he ganado algo de tiempo, pero con la inmensa mayoría de los perros no es en absoluto necesario. Tirándole el palo, una pelota o su juguete favorito, primero cerca y luego cada vez más lejos, en un rato habremos acostumbrado al perro al agua.

He vuelto a guardar a Zivo en el coche, y he estado un rato tirándole el palo a Tosca al agua, cada vez más lejos. Al final lo traía ya desde el centro de la charca, que fácil estará a 20 metros de la orilla.



Al principio, cerquita, para que vaya cogiendo confianza


Otra parte de su preparación trabajada, y un buen rato que hemos pasado. Ahora, de vez en cuando y cuando surja la oportunidad a pegarle otra sesión de natación y... ¡lista!

A por cierto he leído tu entrevista y me ha gustado mucho la del heraldo de Soria, lo malo es que cuando reciba a mi perrita que me faltan todavia 20 dias va a empezar a hacer frio veremos si se quiere meter en el agua. Lo que estoy pensando ahora es hacerme de todos los utiles como patas trozos de carne y pieles curtidas, pero todo se andara cuando empiece las monterias me sobraran.

Esta mañana tocaba primer rastro artificial de Tosca, con sangre y pezuñas (suelas trazadoras). Se acabaron los rastros arrastrados, demasiado evidentes para casi cualquier perro y, por tanto, aburridos. Entramos ya en materia con los rastros de sangre/suelas, lo que nos ocupará al menos los próximos seis meses.

Aprovecho para darle un repaso al material que necesitamos para estos rastros artificiales: sangre, pezuñas y una piel, lógicamente de la misma especie. Los ultra-ortodoxos aseguran la importancia de que estos elementos no solo sean de la misma especie, sino incluso del mismo animal. A mí, particularmente, me parece una exageración y una complicación importante a la hora de disponer de material para rastros. En el otro extremo encontramos a los que afirman que vale cualquier sangre (por ejemplo la de vaca), porque huele igual especialmente cuando empieza a descomponerse. A mí particularmente, al menos en fresco, no me huele igual la sangre de vaca que la de ciervo. Yo utilizo sangre de pieza de caza (normalmente ciervo, jabalí o corzo), pezuñas y piel de la misma especie. Hoy he utilizado pezuñas, sangre y piel de corzo.

Muchos preguntan por la mejor forma de conservar la sangre. Yo no utilizo ni sal, ni heparina, ni ningún otro anticoagulante. Cojo la sangre y la meto en una garrafa de plástico. Si voy a tardar más de un día en llegar a casa, procuro congelarla allí donde esté para que no se corrompa. Una vez en casa (y descongelada, si es que he tenido que meterla en el congelador previamente) me encuentro unos cuajarones de miedo. No importa, meto la minipimer (batidora) y la dejo totalmente líquida. Esto es importante para que luego no se atasque en el dosificador cuando estemos trazando un rastro. Una vez perfectamente licuada, la meto en botellas de agua (toda la que puedo en botellines y el resto en botellas grandes).

En cuanto a la piel, la congelo en trozos de aprox. 30x30 cm, en bolsas de esas que venden en los supermercados para congelar alimentos. Evidentemente vale cualquier bolsa de plástico o incluso papel film, de ese de cocina. Para que os hagais una idea, de una cierva saco alrededor de 12-14 trozos de piel, lo que me sirve para 25-30 rastros, así que la cosa no es tan complicada: de cualquier bicho para autoconsumo (los que se llevan los carniceros tienen que ir sin desollar) se saca la piel y nos vale para muchos rastros artificiales. Las pezuñas, también las congelo en otra bolsita, por parejas (que sean de la misma pieza).

Si se tiene bastante actividad, como suele ser mi caso, es conveniente tener un sitio propio para meter todo este material. En caso contrario, si uno esta casado (como también es mi caso), puede tener problemas con la parienta.



Mi congelador, lleno de inmundicias (como dicen en casa)


Pues, como he dicho, hoy el rastro va a ser de corzo y ayer descongelé lo necesario.




Por otra parte, necesitamos también un equipo básico para el trazado y señalización del rastro. Si decidimos hacerlo con sangre goteada (la otra opción es con sangre tamponada, con una esponja al final de un bastón), resulta muy útil un bote de esos tipo ciclista, que se atascan poco y pueden cerrarse. Yo uso unos de propaganda que me dieron hace tiempo con el pienso, pero botes de este tipo se encuentran fácilmente en tiendas de deportes.




Importantes las suelas trazadoras, para marcar sobre el rastro la huella del animal. Más adelante nos servirán también para trazar rastros o tramos de rastro sin sangre, solo con huellas. Es importante que el perro no solo se condicione a seguir la sangre, sino que trabaje también aquellos rastros en los que el animal buscado no deja sangre. Yo utilizo las suelas de la foto, que son magníficas. No obstante lo cierto es que resultan caras y pueden encontrarse modelos más baratos igualmente útiles o, incluso, optar por unas de fabricación casera. Hay un post en este foro dedicado a las suelas trazadoras, con fotos de varios modelos.




Por último, es importantísimo marcar bien el rastro que tracemos, para saber si el perro va por él o se ha desviado. Corregir a un perro que va bien sobre el rastro, porque estamos confundidos con su trazado, es un error muy grave. Cuantas más marcas pongamos, mejor. Yo uso cinta forestal biodegradable, pero vale papel higiénico o cualquier otra marca visible.




Sigo la "epístola" en otro post, no sea que este se borre mientras escribo...

He trazado el rastro esta mañana, en casa, aunque el terreno está muy seco y no es lo más adecuado para iniciar un cachorro. En cualquier caso, para encontrar un terreno algo mejor tenía que coger el coche y me daba algo de pereza...

Solo 50 metros de rastro, con el aire en la espalda, trazando un arco abierto, y 200 cc de sangre. Esa cantidad de sangre en tan poca longitud es una burrada y permite dejar un rastro casi contínuo, pero prefiero que los primeros sean realmente fáciles e ir comprobando la capacidad de la perra. En el anschuss, un charquito de sangre y mucho pelo. Al final del rastro, un trozo de piel de corzo unido a la caña de estímulo.

Transcurrida aproximadamente media hora llevo a Tosca al anschuss, de la correa de paseo. Cuando estoy a cinco o seis metros, la dejo suelta para ver si da con el supuesto lugar del tiro, cosa que hace enseguida. Se detiene y lo investiga un buen rato, intrigada.



Al rato, se ha sentado y me ha mirado. Creo que todavía no tenía muy claro lo que quería de ella. Le he señalado la sangre y la he animado a seguir el rastro diciéndole "busca herido" con entonación de excitado y avanzando un poquito. Enseguida ha bajado la nariz y ha tomado el rastro hasta el final, fija y concentrada. Evidentemente me he pasado de fácil, pero es mejor empezar poco a poco.






Al llegar a la piel, se ha parado y miraba con cierto recelo. Luego se ha aproximado con cautela hasta olerla de cerca.








En ese momento, he cogido la caña de estímulo y he salido corriendo con la piel para incitar a la perra a perseguirla y apresarla. Eso ha hecho y, en el momento en que la ha cogido, me he tirado al suelo y he empezado a felicitarla, de forma francamente exagerada, abrazándola, con la voz y demás (como si estuviera loco de alegría). Eso constituye para la cachorra un gran premio, se siente importante por lo que ha hecho y, la próxima vez, tratará de repetirlo. Luego, nos hemos pasado un buen rato jugando con la caña, lo que también es para la cachorra otra recompensa.




Jugando con la caña nos hemos subido a donde están las perreras y he soltado a Zivo, para ver la reacción de Tosca cuando se acercara a "su" piel. Pues, como imaginaba, se ha puesto como un energúmeno a gruñirle y tirarle algún que otro mordisco. Si es que ya os dije al principio que tiene bastante carácter...



He hecho también un mini-vídeo. A ver si soy capaz de colgarlo.

Bueno menuda clase nos has dado hoy, mucho para aprender tantas cosas y tantos detalles esperemos que no se nos olviden tantos datos yo voy a tomar nota de todo

Buen tutorial, Alvaro. Muchas gracias. Tienes buen material. A otros nos cuesta más conseguir la sangre de tan variado animal, de modo que estoy trabajando con Aguirre con la de cerdo congelada. Ahora llevamos un mes sin hacer nada, porque creo que ha hecho demasiado calor. Empezaremos esta semana. Aprovecho para preguntar ¿ con qué frecuencia trazais rastros de entrenamiento?

Gracias.

Yo creo que lo ideal sería poder trazar dos rastros semanales, aunque pienso que con uno puede ser suficiente. Lógicamente depende del perro, su capacidad y progresión y la "prisa" que tengamos por tenerlo preparado. Pongo "prisa" entre comillas porque probablemente sea el peor enemigo del conductor a la hora de preparar su perro.

Qué bueno Álvaro.
Ya quisieran PLANETA DeAGOSTINI o SALVAT hacer un coleccionable por fascículos tan interesante y minucioso como el tuyo.
Sigue, sigue.

Excelente Álvaro, gracias por hacernos disfrutar de esa manera incluso a los que no podemos (de momento) tener perro.
Una duda, cuando escribes:
"En ese momento, he cogido la caña de estímulo y he salido corriendo con la piel para incitar a la perra a perseguirla y apresarla."

¿No te da cierto miedo incitar a la cachorra a perseguir y apresar la supuesta presa herida?. Lo digo por si algún dia se trata de un navajerete quizás serí mejor sólo marcar en vez de intentar apresar.

¿Que opinas?

Saludos

"Novato", por favor firma tus mensajes con nombre y apellidos. Es una norma inexcusable del foro, para que todos sepamos con quién estamos hablando. Gracias.

Hoy he dado por concluida otra fase de la preparación de Tosca. Hasta ahora ha trabajado los rastros sin traílla. Ya va bastante fija sobre el rastro de sangre (aunque aún es muy joven y en ocasiones se despista) y sabe lo que tiene que hacer, por lo que ya debe empezar a acostumbrarse a trabajar con la correa de rastreo. Arrastrar la correa de rastreo y llevarme a mí unido a ella, constituirá al principio una distracción, pero en muy poco tiempo se acostumbrará.

El de esta mañana ha sido su último rastro de entrenamiento suelta. Ha sido una pista de 350 metros, de 3,5 horas de antigüedad, en terreno bastante fragoso. Fuertes pendientes, zona de riscos, matorral de jara y chaparra, y una vaguada con pasto secos, áspero y muy alto (que suele molestar bastante a los perros). El terreno, sequísimo (a ver si empieza a llover de una vez...), y la temperatura de unos 20 ºC (por aquí ha refrescado hoy bastante). Pezuñas, sangre y piel de ciervo.

Trabaja cada vez más tranquila y resuelve bien los ángulos. En la zona de vaguada soplaba un aire de mil demonios, que nos daba en el culo. Aquí se ha despistado un poco, pero es normal. La he ayudado un poco y ha retomado con ganas, hasta la piel. Me he quedado bastante satisfecho porque las condiciones y el terreno eran malas.

Así, en esta fase que podríamos llamar "rastro de sangre y pezuñas, sin correa", los ejercicios que hemos hecho han sido:

04/09/2011 - Rastro de 50 m - 200 cc sangre - Antigüedad media hora - Terreno afable, aunque seco (qué remedio)
07/09/2011 - Rastro de 100 m - 250 cc sangre - Antigüedad 1 hora - Terreno afable, pero bastante seco
11/09/2011 - Rastro de 200 m - 250 cc sangre - Antigüedad 2 horas - Terreno afable y seco, algo de matorral.
18/09/2011 - Rastro de 350 m - 300 cc sangre - Antigüedad 3,5 horas - Terreno quebrado y muy seco. Pasto alto y monte.

Por el momento creo que nariz tiene de sobra para rastros con más edad. Probablemente le costará más si hago rastros más largos (es aún muy cachorra y puede aburrirse). Iré incrementando la edad de la pista y disminuyendo la cantidad de sangre, dejando ampliar la longitud del rastro para más adelante. Haré rastros de entre 300 y 400 metros, e iré introduciendo poco a poco alguna dificultad (atravesar caminos, arroyos, trozos sin sangre, etc.). Os seguiré contando.

Álvaro,
Me parece esta una entrada excepcional para todo el que tenga un cachorro. Ojalá la hubieramos tenido hace unos años. Espero que mucha gente la aproveche y persevere. Tengo la impresión de que cada vez más gente se echa un cachorro de sangre, pero no son muchos los que acaban teniendo un perro de sangre...

Gracias de nuevo por la iniciativa y un saludo.

Buenos dias;
Muchas gracias por tan valiosa informacion, a mi perro GUS, y a mi , nos ayuda mucho conocer, todos lo sistemas de adiestramiento, que cada uno de vosotros haceis.
Lamentablemente, no dispongo de sangre, ni otros restos, para poder hacer rastros( mi mujer a interactuado", en el congelador de casa....,).
Eso si, en cuanto los tenga , intentare, hacer lo que tu haces.
Mi perro tiene mucha aficion, y va muy bien a rastros de 8 a 10 horas, me da la impresion, que aprende mucho mas rapido que yo.
Un saludo desde Burgos.

Álvaro García Mateu escribió:

Hoy he dado por concluida otra fase de la preparación de Tosca. Hasta ahora ha trabajado los rastros sin traílla. Ya va bastante fija sobre el rastro de sangre (aunque aún es muy joven y en ocasiones se despista) y sabe lo que tiene que hacer, por lo que ya debe empezar a acostumbrarse a trabajar con la correa de rastreo. Arrastrar la correa de rastreo y llevarme a mí unido a ella, constituirá al principio una distracción, pero en muy poco tiempo se acostumbrará.

El de esta mañana ha sido su último rastro de entrenamiento suelta. Ha sido una pista de 350 metros, de 3,5 horas de antigüedad, en terreno bastante fragoso. Fuertes pendientes, zona de riscos, matorral de jara y chaparra, y una vaguada con pasto secos, áspero y muy alto (que suele molestar bastante a los perros). El terreno, sequísimo (a ver si empieza a llover de una vez...), y la temperatura de unos 20 ºC (por aquí ha refrescado hoy bastante). Pezuñas, sangre y piel de ciervo.

Trabaja cada vez más tranquila y resuelve bien los ángulos. En la zona de vaguada soplaba un aire de mil demonios, que nos daba en el culo. Aquí se ha despistado un poco, pero es normal. La he ayudado un poco y ha retomado con ganas, hasta la piel. Me he quedado bastante satisfecho porque las condiciones y el terreno eran malas.

Así, en esta fase que podríamos llamar "rastro de sangre y pezuñas, sin correa", los ejercicios que hemos hecho han sido:

04/09/2011 - Rastro de 50 m - 200 cc sangre - Antigüedad media hora - Terreno afable, aunque seco (qué remedio)
07/09/2011 - Rastro de 100 m - 250 cc sangre - Antigüedad 1 hora - Terreno afable, pero bastante seco
11/09/2011 - Rastro de 200 m - 250 cc sangre - Antigüedad 2 horas - Terreno afable y seco, algo de matorral.
18/09/2011 - Rastro de 350 m - 300 cc sangre - Antigüedad 3,5 horas - Terreno quebrado y muy seco. Pasto alto y monte.

Por el momento creo que nariz tiene de sobra para rastros con más edad. Probablemente le costará más si hago rastros más largos (es aún muy cachorra y puede aburrirse). Iré incrementando la edad de la pista y disminuyendo la cantidad de sangre, dejando ampliar la longitud del rastro para más adelante. Haré rastros de entre 300 y 400 metros, e iré introduciendo poco a poco alguna dificultad (atravesar caminos, arroyos, trozos sin sangre, etc.). Os seguiré contando.

Alvaro: muchísimas Gracias por estas crónicas porque nos ofrecen una valiosísima ayuda. Voy entendiendo mis aciertos y errores con Aguirre.

Por cierto: hablas de "empezar a atraillarla". Yo he atraillado a Aguirre desde el primer rastro y quizás haya hecho mal. No parece afectarle en nada negativo, pero ahora entiendo que tal vez haya empezado pronto.

Saludos.

Miguel, si a Aguirre no le ha molestado desde el principio la traílla, has hecho bien en empezar a trabajar desde el primer momento con ella. Por mi experiencia, los teckel son más precoces en esto del rastro que los BGS y, además, suelen tener más "sangre". Si les gusta seguir el rastro, desde pequeños, son capaces de llevarte arrastrado detrás de ellos... Al final, cada perro es diferente y hay que ir en cierta medida "improvisando", teniendo muy claro el objetivo final.

Buena media lleva Tosca! en cuatro rastros has aumentado hasta 300 metros y 3.5 horas, sigue bien fija la sangre?

A Tica y a mi, también nos ayuda mucho.
Muchas gracias

Hoy Tosca ha hecho su cuarto rastro ya con la correa de rastreo. Lo cierto es que la perra no ha demostrado la menor preocupación o pérdida de concentración por el hecho de ir atraillada, desde el primer día que empezó a trabajar así. Lamentablemente, el terreno sigue tremendamente seco por todas partes, lo que me hace mantenerme en la idea de rastros cortos (unos 300 m) e ir disminuyendo cantidad de sangre y aumentando horas de antigüedad.

El de hoy lo ha trazado Herminio a eso de las 11.30 h (¡gracias, Herminio!) y lo hemos pasado sobre las 18.30 h, siendo pues un rastro "H7" (con esta abreviatura nos referimos a un rastro con 7 horas de antigüedad). Ha utilizado 200 cc de sangre de ciervo, y la longitud del rastro era de 350 m. Terreno de pasto seco, arenoso y con algunas lastras de granito, es decir, un horror para rastrear.

Con unos 24ºC de temperatura, ya cayendo la tarde, pusimos a Tosca en el anschuss. Herminio, que me acompañaba, hizo de fotógrafo (gracias otra vez).



Después de una pequeña inspección, Tosca toma el rastro, al parecer sin demasiados problemas debidos al terreno, a las horas transcurridas y al calor que ha hecho todo el día.





Pasamos algunas piedras gordas en las que están bien visibles las gotas de sangre y la perra sigue yendo bastante bien.



Encontramos la primera dificultad seria en el rastro: un camino transitado. Los caminos suelen ser puntos de despiste en los perros, fundamentalmente por dos motivos:

1. El sustrato es malo para retener los olores del rastro y, si están transitados, el olor del rastro se enmascara con el de la gente/animales/vehículos que pasan por encima de él.

2. Muchos perros están acostumbrados a pasear con sus dueños por el campo, generalmente por caminos. La tendencia natural de estos perros es seguir el camino, incluso cuando están rastreando, hasta que cojan algo de experiencia.



Tosca también encuentra alguna dificultad y pierde el rastro. Yo soy partidario de dejar que los perros traten de resolver los problemas que se presentan por su cuenta y solo si les vemos incapaces de hacerlo echarles una mano. A Tosca la tengo que ayudar un poco para que retome el rastro al otro lado del camino. Así pues, seguiré incluyendo este elemento de dificultad en los próximos rastros, hasta que los caminos no supongan un problema para ella, y se acostumbre a buscar el rastro arriba y abajo hasta encontrarlo.



Continuamos adelante, a buena marcha, hasta que nos topamos con otro elemento de dificultad, esta vez no planeado. Tosca mueve a su paso un topillo, que zigzaguea por el pasto entre nosotros. Como es natural, y más en una cachorra, se pone como loca a buscar el roedor y se olvida por completo de lo que estamos haciendo.

En estos casos lo mejor es hacerle ver que su comportamiento nos disgusta (con suavidad, no pegando tirones de la correa y voceando), adelantarla unos metros sobre el rastro y tranquilizarla. Eso hice con Tosca.



Una vez estaba más tranquila, le señalé el rastro y le dije las palabras que utilizo siempre para incitarla a buscar: "busca herido". Empezó de nuevo, aunque seguía de vez en cuando parándose y mirando hacia atrás, en busca de "su" topillo.



Lo cierto es que no recuperó del todo la concentración, pero como tenía ya la piel muy cerca llegó sin problemas. Abrazos y felicitaciones, y después a jugar con la piel y la caña.





Seguiremos informando.

[
Que envidia me dais!!! La proxima vez avisais y os acompaño con Lola( Ya os imaginais la que se iba a liar....)
Un abrazo y gracias por compartir el entrenamiento de Tosca.

Iñaki Ruiz

Ayer cometí tres errores en el rastro artificial que le tracé a Tosca. Os lo cuento para que trateis de evitar hacer lo mismo.

La semana pasada no pudimos entrenar sobre pista artificial, así que este fin de semana teníamos que trabajar, sí o sí. La mañana del sábado no estaba en casa, así que tuve que trazar el rastro a última hora de la tarde. Eso me obligaba a pasarlo con Tosca a primera hora de la mañana del domingo, y teniendo en cuenta que además esa noche cambiaron la hora, la pista tenía ya 15 horas. Pasaríamos directamente de las 7 horas del último rastro a 15 horas y con la noche de por medio (primer error).

Además, con las prisas al trazar porque se me hacía de noche, hice un rastro con un bucle, pero no me dí cuenta de que el final del rastro pasaba demasiado cerca del tramo inicial. Confié en que el aire siguiera como estaba y la perra no cortara el rastro al día siguiente (segundo error).

Como no hay dos sin tres, tratando de terminarlo en un punto con buen acceso hice el rastro demasiado largo, casi 500 metros (tercer error).

Pues como era lógico, esta mañana el rastreo ha sido un fracaso. Aunque Tosca seguía a ratos el rastro (nariz parece tener para rastros antiguos), evidentemente las emanaciones no eran muy fuertes y la perra iba como fría. Yo, que me iba calentando por mi propia estupidez, cometí un nuevo error motivado por el mal trazado del día anterior. En el primer tramo del rastro vi una de las marcas del final, y me colé. Corregí a la perra (que iba bien), pensando que había perdido el rastro. Un desastre. Cuando me percaté del error, volví atrás y acabamos ejecutando el rastro de aquella manera, hasta la piel. La perra descentrada, yo cabreado ...

En este caso lo de avanzar de golpe en horas de rastro no fue premeditado, pero tenía que haberlo pensado y dejar el entrenamiento para otro día, ante la imposibilidad de hacer un rastro de 9 horas (que es lo que le toca a la perra en esta fase de su preparación). Hay que ir paso a paso, sin atajos. Para colmo de males, y ya que era un rastro demasiado viejo, lo hice bastante largo. Lo del mal trazado ya es para cortarme el pescuezo.

En resumen, que el próximo rastro será otra vez de 7 horas y no volveré a dar saltos de estos. Rastro perdido, tiempo perdido y mala enseñanza para la perra. No cometais mi mismo error.

Álvaro como evoluciona tosca , has hecho algún rastro real con ella?

No, Migui. Todavía Tosca no ha "catado" los rastros reales y no lo hará en bastante tiempo, hasta que resuelva con solvencia rastros de 24 horas, complicados y largos. Todavía no está, ni mucho menos, para eso.

Aprovecho para contaros, como ya he hecho en otras ocasiones, que el entrenamiento del perro de sangre no solo consiste en trazar y resolver rastros artificiales. Hay que aprovechar cualquier oportunidad para campear los perros, que se empapen de los olores de la caza y el monte, que se acostumbren al campo y no pierdan totalmente la concentración por la arrancada de un bando de perdices, por atravesar un campo con vacas o por pasar por encima de un vivar de conejos.

Lo cierto es que he tenido mucho trabajo y he tenido que descuidar un poco el tema de los rastros artificiales con Tosca. Hace un par de semanas le tracé en Ciudad Real un rastro, que ejecutamos a las 15 horas con la noche de por medio. Es una finca con mucha caza y la perra tuvo serias dificultades para resolver, por el cruce con rastros calientes. Ahora tengo el problema que los rastros "de día" solo pueden tener una antigüedad de máximo 8-9 horas (porque amanece tarde y anochece pronto). Por el contrario, si quiero dejar la noche de por medio, los rastros tienen al menos 14-15 horas. Los primeros ya los resuelve bien, pero los segundos son todavía demasiado para ella.

La cosa es que terminamos por llegar a la piel y, como premio, nos fuimos a dar un buen paseo por el coto. Como os digo, esto también debe formar parte del programa de entrenamiento.



Un consejo, no siempre vayais por los caminos. Aprovechad para que el perro se acostumbre a todo tipo de terrenos, vegetación y demás.





Mojarse en verano les gusta a casi todos los perros, pero hay que hacer que también se acostumbren a pasar por agua bien fría, y esto no suponga un obstáculo en futuros rastreos invernales.



Hay que dejarles que se familiaricen con los rastros de las piezas de caza sanas, mostrar interés cuando nos los marquen con la nariz.









Si quiere seguir algún rastro sano, hay que dejarle tan solo unos metros. Si no vuelve por sus medios, hay que llamarle y continuar el paseo. Debe saber que su trabajo no es perseguir la caza sana. Si además queremos que el perro nos acompañe en los recechos, en los puestos de montería o en las esperas, tiene que aguantarse quieto a la vista de la caza. Esto también debe practicarse en el campo, primero con correa y más tarde si ella.



También podemos aprovechar estos paseos para practicar la obediencia básica (sentado, echado, quieto, junto...). Podemos incluso simular alguna "entrada" a una pieza y dejar al perro en "quieto"... ¡Ala, al campo con los perros!