Tosca se incorpora al equipo

¿Que tiempo tiene ya Tosca? .¿Cinco meses?

Otra cuestión (solo por aprender, que seguro que tiene su fundamento): lo de no probar los rastros naturales hasta que no haga correctamente artificiales de 24 horas me parece muy estricto. Los artificiales nunca van a ser tan complicados como los naturales y son los que de verdad enganchan al perro y quizás se podrían ir combinando ambos.
Bueno quizás estoy un poco sugestinado porque acabo de hacer un rastro por un zarzal y os aseguro que JAMÁS trazaría un artificial por un sitio así (y menos la tarde de Nochevieja). Por cierto, no lo hemos cobrado.

Supongo que dependerá del perro, pero mi experiencia es que una vez que han "catado" los naturales, pierden bastante (o totalmente) el interés por los artificiales. El hecho de no poder rematar la preparación del perro, porque ya no hace ni caso a los artificiales, nos obligaría a que el perro fuera aprendiendo con los rastros reales. Eso, para mí, plantea dos problemas fundamentales:

1. Con los rastros naturales no podemos garantizar el éxito (¡ojalá!). Como todos sabemos, es muy importante que en su fase de preparación el perro termine los rastros con éxito. Eso le motivará para el siguiente.

2. Para que el perro se encuentre en rastros reales con todas las situaciones que podemos (y debemos) simular en el trazado de rastros artificiales, debería vivir tres o cuatro vidas y estar en manos de un "profesional".

Yo ya he metido la pata alguna vez, precipitándome y metiendo al perro en búsquedas reales demasiado pronto. A ver si esta vez "me sujeto".

Ese ploblema estoy teniendo yo con mi BGS "Berta" que con la poca luz que ahi ahora en invierno los rastros de mas de nueve horas an de ser pasada la noche entera,y no digamos lo que padezco al hacerlos al amanecer.Aqui en teruel el sol brilla por su ausencia,me a pasado un par de veces de tener que llevar la sangre entre la ropa hasta llegar al sitio por que se me queria helar,os puedo asegurar que no me molestan las moscas....

Retomo este post porque ha habido algunas novedades en la preparación de Tosca. La perra tiene ya 10 meses. La verdad sea dicha, no nos hemos aplicado mucho en los rastros artificiales desde principios de enero. Ha sido una mezcla de varias cosas: falta de tiempo por mi parte, muchos viajes y poca afición a este tipo de rastros por parte de Tosca (es posible que yo no la haya sabido motivar lo suficiente).

Durante este tiempo ha tenido mucho campo, se ha acostumbrado a ver la caza sin correrla y hemos comenzado con su obediencia básica.

Hace un par de semanas, no sin haberlo meditado bastante, tomé una decisión. No se si como consecuencia de ella la habré fastidiado, pero necesitaba comprobar algo. A pesar de que siempre insistimos en que no debe meterse a un perro a rastros reales hasta que no supere con solvencia un artificial de 24 horas, tengo mis dudas con esos perros que se muestran fríos con los artificiales, desde un principio.

Os lo hago corto. El día 7 de febrero, aprovechando que me tenía que desplazar a una finca para disminuir drásticamente la población de ciervas, me llevé a Zivo y a Tosca. Después de algunos rastreos con Zivo (Tosca en el coche), me decidí a soltarla junto a Zivo en el rastreo de una cierva herida de atrás sin un anschuss definido (la habían tirado en una ladera de retamas, sin tomar muy buenas referencias). Después de dar unas cuantas vueltas, Zivo tomó un rastro con Tosca detrás. A los 300 metros dieron con la cierva, echada entre unas encinas. Primer encuentro de Tosca con un rastro real y una pieza herida y viva. Como vereis en el vídeo (muy malo como todos estos del teléfono), reacciona con interés, pero con cierta prudencia...



Al cabo de más o menos una hora, la puse en el anschuss de otra cierva herida, esta vez empanzada. De traílla, no tardó en dar con ella (a unos 100 metros del tiro), encamada en un jaral. Se levantó y solté a Tosca, que la persiguió unos 300 metros hasta que volvió a pararse. La latió insistentemente hasta que llegué y la rematé de un tiro. No se asustó al tiro y mordió después con ganas. No hay video, porque me dejé el teléfono.

Ya cayendo la tarde, se nos presentó otra oportunidad. Nuevamente una cierva, esta vez con la pata fracturada. Rastreo corto y fácil, de unos 150 metros. Con su tercera pieza viva ya mostraba más confianza, aunque sin morder en absoluto hasta que la rematé.



El pasado día 14, en la misma finca, rastreó otras tres piezas (dos ciervas y un vareto). Fracasó con una cierva empanzada, que cobró finalmente Zivo, y encontró otras dos (una de panza y otra de pata, la primera ya muerta y la segunda aún con vida y rematada a cuchillo).

Ahora solo me resta hacerle un rastro artificial este fin de semana, para ver si noto algún cambio. Puede que los tome ahora con más interés o puede que lo haya perdido definitivamente. Ya os contaré.

En cualquier caso, no penseis que he tomado un atajo. Lo he hecho para aprender algo más sobre la preparación de los BGS y a sabiendas de que esta perra va a tener ocasión de rastrear mucho en el futuro (espero que por encima de los 40-50 rastreos/año). Si, por su poco interés, no puedo proporcionarle experiencia sobre rastros artificiales, trataré de que la coja sobre caza real. Os mantendré informados.

Álvaro desde muy cachorro siempre me he llevado ha ROM a los rastreos reales siempre acompañando a( pusa) mal echo ya lo se!!! Pero creo que la experiencia a sido muy buena, ROM siempre a echo los artificiales bastante bien, pero realmente cuando el perro a empezado a rastrear con mucha afición tanto en artificiales como en reales fue cuando cobro su primera pieza con ocho meses, lo que yo creo que a tosca le va a venir muy bien esos cobros reales.

No parece mala idea,teniendo tantas posibilidades de rastrear en caza real es la mejor manera de enseñar a un perro.Yo sigo machacando las H8-9 con Berta,este fin de semana quiero hacer un rastro con varios angulos incluso volver pasando por el mismo rastro a ver como actua,si lo hace medianamente bien el siguiente lo hare dejando pasar la noche.
Ya nos contaras que tal te a ido con el artificial

El fin de semana pasado hice el primer artificial para Tosca, después de tres semanas seguidas de rastreos reales. Fueron 10 rastreos (9 ciervas y 1 vareto), todos ellos bastante fáciles, menos uno. Ocho éxitos y dos fracasos. Seis piezas aún con vida y rematadas (dos de ellas con rifle, para ver su reacción).

Pues bien, trazamos por la mañana del domingo el rastro. Aproveché para que lo hicieran mis hijas, a las que le divierte muchísimo todo este lío de los perros y los rastros. Nos acompañó el amigo Herminio.

Rastro cortito, de unos 300 metros, con 150 cc de sangre de ciervo y suelas trazadoras. El terreno, sequísimo (como no podía ser de otra forma dado el espantoso invierno que llevamos).









Por la tarde pasamos el rastro con Tosca. La primera mitad del rastro la hizo regular, y la segunda mitad bastante más fija.

En cualquier caso, y para lo que nos interesa, no noté un cambio significativo en su actitud frente al rastro artificial. Ni estaba más motivada ni más fría que antes de sus semanas de rastros reales.