Hola buenas tardes.
El sábado pasado me avisaron para un pisteo: un jabalí tirado a las 21:00, dejó algo de sangre y desapareció en el monte colindante con el campo de cereal dónde le habían tirado.
Por complicaciones diversas aparecí para pistearlo el domingo sobre las 11:00. El cazador estaba muy desilusionado porque había llovido un poco por la noche y había vuelto a la zona y no vio sangre, se había lavado. Le comenté que aunque no la viese su rastro seguía ahí, además potenciado con la humedad así que haríamos lo posible por recuperar su pieza.
Llevaba a Argolina y a Zelia y vista la situación me decidí por Argolina, una teckel de 1 año aprox. que hizo un buen papel en las pruebas del TCE en Lugo, ya os conté un pisteo sobre cabra con 7 u 8 meses de la misma perra. Zelia va demasiado lanzada en terrenos tan complicados.
Llegamos al anchuss y efectivamente no se observaba ningún rastro visual, detecté una pequeña caña de trigo algo más oscura, pero sin poder afirmar con seguridad que fuese sangre. El cazador me indicó por dónde (creía él) que había colado el jabalí al monte. Puse a Argo al rastro e hizo lo típico en ella, dos vueltas alrededor del tiro y se lanzó al monte, pero en este caso muy lejos de dónde el cazador me indicaba que se había metido el jabalí.
Así pues, corte a la perra (mal hecho) siguiendo las indicaciones del cazador y seguí por el lindero del cereal con el monte durante unos 80 metros, Argo no iba fija en rastro, levantaba la cabeza y en varias ocasiones me miró, la veía muy descentrada... Llegamos a un pequeño cortado y aproveche para volver sobre nuestros pasos al punto de inicio, allí lo mismo, dos vueltas y disparada al monte.
Evidentemente la dejé ir, llevaba la trailla larga, y pasados unos minutos apareció el primer indicio, un pequeño coagulo colgando de un romero, ibamos bien pues y Argo llevaba el rastro bueno. El monte allí es imposible, son terrenos quemados hace 8/10 años, con muchisima pendiente y con un manto de monte bajo de aliagas (Genista) y romeros de casi dos metros de alto y espesisimo, solte la trailla porque la perra iba muy fija y me dedique a seguir el final de la trailla como podía. El jabalí iba muy pegado porque seguía la línea de máxima pendiente y se veían indicios y restos de paquete intestinal en varias ocasiones. Al cabo de unos 100 metros o así, Argo comenzó a ladrar, yo iba unos 8 o 10 metros detrás (la longitud de la trailla) así que aceleré y allí estaba ladrando y mordiendo su premio. Un jabalí mediano, albar, de unos 40/50kilos con algo de boca y un tiro trasero.
El cazdor nos abrazó (a Argo y a mí) y saltaba de contento. Según me comentó, dudaba del trabajo nuestro al entrar la perra al monte por un sitio distinto al que él creia que había tomado el jabalí, hasta que encontré el primer indicio.
Un pisteo relativamente fácil, en un lugar precioso pero infernal para pistear y recuperar los bichos.
Como enseñanza, no dejaré nunca de aprender, creo que debemos hacer caso "relativamente" a las apreciaciones del cazador, pues con la falta de luz, emoción, etc... a veces la referencias que toman no son correctas y pueden equivocar, creo que hay que hacer caso primero al perro y comprobar que él es el equivocado y no al reves, es decir, no corregirle sin comprobar que está en un rastro falso. Si no hubiese corregido a la perra sin comprobar si estaba en el rastro bueno me habría ahorrado un rato de trabajo inútil.
Bueno chicos éso es todo, comenzó la temporada y como es el primero lo comparto con vosotros. Si puedo (o mejor dicho aprendo) os inserto alguna foto.
Saludos cordiales.
Miguel V. Roselló